El nudo gordiano

Os subo hoy mi último artículo publicado en Pedalier (nº 22) en mi columna "El Col del Agonistic".

La foto es del Monumento al Tour de Francia en los Pirineos. (ver http://agonistic.blogspot.com/2007/12/rea-de-los-pirineos-i.html)

El nudo gordiano

El ciclismo está hecho un lío. Unos tiran para un lado y otros hacen lo propio en sentido contrario. Casualmente todos tiran para su lado, que dicen que es el bueno. El bueno para ellos, matizo. No es lógico que el último ganador del Tour, un corredor joven, atacante, de los que gustan al público y contra el que el Tour dice no tener nada, no pueda participar porque el propio Tour no se lo permita. Malo para Contador, sí, pero malo también para los espectadores, para los aficionados, para los patrocinadores y para el propio Tour. ¿Alguien lo entiende? Yo no. Será la edad.
Cuentan que en la antigua Frigia reinó Gordias, un Rey que había sido monaguillo antes que fraile, o sea, campesino antes que Rey. Gordias no era de la UCI, ni de la organización del Tour de Francia, pero quiso complicar las cosas a quien quisiera conquistar Oriente, y no se le ocurrió otra cosa que atar sus antiguas herramientas de labranza con un nudo imposible de deshacer. Al igual que Gordias ayer, hoy entre los unos y los otros se han encargado de complicar la vida a los ciclistas con un nudo que deja en una simple lazada de zapatos al nudo gordiano.
En los tiempos de Gordias (s. IV a.C.) fue Alejandro Magno quien se ocupó de cargarse la leyenda del nudo perenne, y de un certero tajo con su espada soltó la cuerda sin deshacer el nudo. Muchos pensaron que así no valía, pero la tormenta de rayos que se desató esa noche era prueba más que evidente para Alejandro de que Zeus estaba con él, y a ver quién se atrevía a llevarle la contraria teniendo la afilada espada tan cerca.
No sé si hoy día habrá un Alejandro Magno en el mundo del ciclismo que tome su espada y deshaga la madeja liada por los unos y los otros. Tal vez no sea un solo Alejandro Magno, tal vez deberían ser muchos, todos los ciclistas, quienes unidos digan que hasta aquí han llegado y que se planten ante los desmanes despóticos de quienes dicen defenderles.
Bien, algunos diréis que qué tiene esto que ver con el cicloturismo, que es de lo que hablamos en estas páginas. Pues mucho, digo yo. Quien más quien menos, todos los cicloturistas somos un poco mitómanos. Unos tienen por mitos a los ciclistas, actuales o pasados. Otros tienen por mitos los puertos, los recorridos, las carreteras. ¿Cuánta gente subiría el Tourmalet en bici de no haber pasado por allí el Tour asiduamente desde 1910? Seguramente mucha menos gente que lo que lo hace en la actualidad cada verano. ¿Y cuántos tendrían ganas de hacer un recorrido como el de la París Roubaix o el del Tour de Flandes de no existir estas carreras? Seguramente muy pocos. ¿Y qué endiablada mente hubiese ideado una marcha cicloturista como la París Brest París si nunca hubiese existido antes como carrera profesional? Pues seguramente nadie, y de haberlo hecho muy pocos le hubiesen seguido en su locura.
Sinceramente creo que el ciclismo ha sido y es uno de los motores para nuestra afición cicloturista, de la misma forma que hoy en día el cicloturismo es uno de los motores que hace funcionar muchos aspectos directamente relacionados con el ciclismo, como la industria de los fabricantes de bicis y de material.
Por eso, al ver el actual nudo embrollado del ciclismo, incluso al cicloturista menos fanático del ciclismo de los profesionales se le debería hacer un nudo en el estómago, pues si el ciclismo de competición desapareciese nada sería igual, pues no podría ser lo mismo.
Gordias quiso complicar un poco la vida a los grandes conquistadores, pero Alejandro Magno fue pragmático e imaginativo. De acuerdo en que no fue muy ortodoxo en las formas, pero solucionó su problema y Zeus se alió con él. ¿Por qué no iba a pasar lo mismo ahora en este mundo del ciclismo nuestro? ¿Acaso no hay gente con imaginación y con pragmatismo? Que alguien lo intente, por favor, pues los dioses y los aficionados estaremos a su lado.