jueves, 23 de diciembre de 2010

Un extraño año de viajes y quirófanos


En los últimos años he tenido la suerte de poder viajar a diferentes lugares, casi siempre por temas relacionados con la bicicleta, gracias a mi actividad como periodista especializado en cicloturismo. Así, he visitado un par de veces Alemania, he pedaleado por varias islas como Gran Canaria, La Palma, Ibiza y Menorca, he participado en marchas como L’Etape du Tour, la Vuelta a Flandes o la Vuelta a Alemania, y he podido contemplar lugares míticos del ciclismo.
Pero esta temporada 2010 ha sido una de las más extrañas de mi vida.
Comencé con ganas y con fuerzas, casi recuperado de los problemas físicos que arrastraba desde julio de 2009, pero ya en febrero casi tuve que parar del todo porque no me recuperaba de la anemia que tenía, y finalmente en abril pasé por el quirófano para cerrar una perdida importante y continuada de sangre por un lugar poco digno e incómodo para operar.
De mientras, mi participación en la clásica holandesa Amstel Gold Race, en su versión cicloturista, en la que ya tenía asegurada la inscripción y el billete de avión y el hotel reservados desde noviembre, pasó primero de la idea inicial de hacer el recorrido largo (el de los pros), a luego a pensar en hacer el intermedio, y más tarde el corto, para decidir por fin sólo ir a ver el ambiente y a disfrutar con los amigos que iban, ya que no estaba ni para hacer 40 km en bici. ¡Ay! Pero entonces llegó el volcán islandés Eyjafjalla (os acordáis) y se canceló el vuelo, por lo que mi viaje quedó finalmente en nada (algún otro año caerá).
Tras la operación de abril, y en plena recuperación, tuve la oportunidad de hacer el viaje más fantástico que he hecho nunca como periodista, que fue el de recorrer durante el mes de junio todo EE.UU. desde el Pacífico al Atlántico siguiendo la participación de Julián Sanz en la RAAM, la carrera sin paradas de costa a costa de EE.UU. en bicicleta, que son 5.000 km de nada. Además de la carrera y de ver ese inmenso y extraordinario país, pude visitar a unos amigos que tengo por allí, tanto en California, como en Washington y Nueva York. Lo dicho, un viaje de tres semanas inolvidable.
Ya en verano, y como recuperé un poco la salud, pude disfrutar del habitual viaje que hacemos algunos de la sociedad al Tour de Francia, a Pirineos, y además, logré celebrar mi cumpleaños ascendiendo por enésima vez al Tourmalet, lo que me devolvió un poco la ilusión y las fuerzas para andar en bici.
Pero después de mes y medio con buenas sensaciones entre agosto y septiembre, mi canto del gallo se ahogó en Dima en la disputa del Social de montaña de la S.C. Bilbaina, donde de nuevo comencé con los síntomas de la anemia. Un nuevo parón bicicletero, sólo roto durante un fin de semana de octubre, en una nueva participación en la Volta Cicloturista a Menorca, la mejor forma de recuperar el ánimo con un ritmo tranquilo, buen tiempo y buenos amigos.
Para acabar el año, una nueva visita al quirófano, por un motivo menor, sin ingreso, y nuevas preocupaciones médicas que espero que desaparezcan ya en enero en una tercera visita al quirófano (ésta más seria) para extirparme el tumor que me han encontrado.
En fin. Como veis un año raro, con experiencias de todo tipo, buenas y malas, todas ellas de las que no se olvidan y de las que se aprenden cosas.



sábado, 18 de diciembre de 2010

Feliz año nuevo / Happy new year



Aunque a veces parezca imposible, la carretera siempre llega a algún lado.

Though sometimes it seems to be impossible, the road always comes to some side.

Nahiz eta batzuetan ezinezkoa ematea, errepidea beti heltzen da edonora.

Bien que parfois il semble impossible, la route arrive toujours à un côté.

Feliz año nuevo / Happy new year / Urte barri on / Une année heureuse nouvelle

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El relato del Facebook


Hola:

La semana pasada inicié en el Facebook un experimento para la revista "Pedalier". Yo daba comienzo a un relato y la gente lo iba continuando.
Por ahora esto es lo que va saliendo. Si te animas puedes continuar el relato escribiendo el siguiente párrafo.

Sin duda su pachorra encima de la bici era lo que más le caracterizaba. Pero, pese a todo, era muy difícil descolgarle cuando dejaba de pensar en ello. Así, con una vagancia infinita, subía como los mismos ángeles, como si levitara sobre las montañas, como si la gravedad se hubiera invertido a su paso.Su bici no era la más moderna, nada de nanotecnología, nada de cosas ligeritas. Siempre había buscado la fiabilidad en todos sus componentes.
Sin respetar a sus lideres y en pos de la victoria o, al menos, del espectáculo. Capaz de lo mejor y de lo peor.
Te ponías a su lado y rápidamente fluía la conversación, sus piernas seguían el ritmo acompasado mientras comentaba la grandiosidad del paisaje, te contaba cualquier quehacer doméstico o te preguntaba por tu padre al que también había conocido encima de la bicicleta, de eso hacía ya algunos años.
Sin embargo, aquel día su forma de moverse en el grupo no era la habitual. Parecía nervioso y se mostraba agitado. Incluso su rostro mostraba una crispación que jamás habíamos visto. Es cierto que el viento sur le influía mucho en el estado de ánimo. Pero esto iba más allá.
Su mirada perdida, su atención lejos de su cadencia de pedaleo que con tanta naturalidad manejaba, su conversación era corta, escueta, extraño en su carácter abierto. Pasaba los kilómetros en una posición retrasada, hasta que decidió no seguir la estela del grupo, decidió sin decir nada, tomar una ruta alternativa, un giro repentino y de repente solo, extraño y solo, el silencio. Levantó la mirada al infinito sin que rueda alguna le impidiera ver la raya del horizonte. Decidió arrancar de cuajo el ciclocomputador, tiró el casco a la cuneta y olvidó la hora, el tiempo, el espacio y por un segundo pensó que podría seguir avanzando infinitamente.
Él pasaba por una época difícil, quizás esa soltura sobre la bici, esa facilidad para lograr todo lo que se proponía le hizo perder la cabeza.

Raquel nunca madrugaba. Ni siquiera un viaje que obliga a tomar temprano un avión impedía que se le pegasen las sábanas. La disciplina del entrenamiento y la competición no habían sido suficientes para quitarle el gusto por trasnochar. A la hora del aperitivo dominical, tras un frugal desayuno, se encaminó hacia la salida del pueblo, pedaleando sobre el crepitar de las primeras hojas caídas que cubrían el asfalto. Pasaba del mediodía pero el sol otoñal alargaba las sombras, invitando a la pereza.
Había quedado con el de la pachorra para dar una vuelta por los alrededores. Él vendría ya sudado y algo cansado después de pelearse con los de la peña en algún promontorio no muy lejano y juntos realizarían unos cuantos kilómetros hasta un merendero cercano donde les esperaban unas tapas de patatas bravas, rabas y lomo embuchado que regarían con una cervecita mientras contemplarían el paso del otoño con los tímidos rayos de sol entre los árboles despojados de sus hojas.
Y así era su pedaleo, perezoso y aún peor, zigzagueante, mientras se acercaba a la cerrada curva que dejaba atrás el pueblo.

martes, 30 de noviembre de 2010

¿Qué hacemos con los dopados?


¿Qué podemos hacer con los que han sido sancionados por dopaje? ¿Tolerancia cero significa marginación? ¿Si alguien comete un error debe pagar durante el resto de su vida por ello? ¿Se debe aceptar el arrepentimiento como atenuante para rebajar una sanción? ¿Tras cumplir la sanción es justo que un corredor pague otra sanción adicional al no ser fichado por más equipos? ¿Se podría aprovechar la experiencia de los sancionados como ejemplo para los más jóvenes de que hoy en día tarde o temprano serán sancionados si recurren al atajo del dopaje? ¿Podría esta experiencia ser usada por las federaciones, los equipos y los clubes para impartir charlas entre las categorías inferiores? ¿Por qué algunos corredores vuelven a la elite tras pagar su culpa y otros se ven obligados a poner fin a su carrera?

Muchas preguntas y no siempre con respuestas fáciles.

Y tú, ¿qué opinas?

martes, 9 de noviembre de 2010

La Marina Mercante, el ciclismo y los medios de comunicación


Por si no lo sabéis, llevo ya un tiempo trabajando en una tesis doctoral en Periodismo, en la que aúno mis dos carreras (Periodismo y Náutica) bajo el tema de "La imagen mediática de la Marina Mercante en los medios de comunicación escritos".
La hipótesis de trabajo de la Tesis es que la Marina Mercante sale muy poco en los medios, pese a la importancia vital que tiene el transporte marítimo en la economía mundial actual, y cuando sale normalemente es por noticias negativas, como naufragios y contaminación del medio ambiente derivada de algún accidente marítimo.
Cuanto más me interno en el análisis de las noticias publicadas sobre la Marina Mercante, más analogías encuentro entre ésta (ahora se escribe esta, sin acento) y el ciclismo, mi deporte favorito.
El ciclismo es un deporte que no está entre los más destacados en los medios de comunicación. Es verdad que hay otros que salen menos, pero normalmente son deportes menos seguidos que el ciclismo y con menos historia detrás. Pero eso no es lo malo, lo peor es que de todas las noticias que aparecen en prensa sobre ciclismo, una gran parte son sobre temas de dopaje, cuando el porcentaje de positivos en el ciclismo está en torno al 1% de todos los análisis que se practican en una temporada. Pero vende más el entrenamiento de pretemporada del Real Madrid, que la victoria en una Milán-San Remo, una de las carreras más importantes del calendario, de un corredor español como Óscar Freire. Por cierto, todo el mundo sabe quiénes son los campeones del mundo de motociclismo y de fútbol, pero pocos españoles saben que Freire ha sido tres veces campeón del mundo y que nadie tiene más victorias en el mundial de ciclismo.
En el mundo de la Marina Mercante pasa algo parecido. Nadie sabe que más o menos el 75% del comercio internacional se hace por vía marítima, que los barcos son el medio de transporte menos contaminante, que un Capitán es un profesional con una Licenciatura universitaria detrás, etc. En cambio, cuando un buque tiene un problema cerca de las costas españolas, salta a las portadas de los medios y el capitán es acusado, sin ni siquiera haber comenzado la investigación de las causas del incidente, de contaminación del medio ambiente y de haber matado a Manolete.
En fin. No hay como estar un poco enterado de un tema, para darte cuente de lo poco rigurosos que son muchas veces los periodistas al escribir sus crónicas, sus noticias y sus reportajes.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Neurinoma del acústico


Cuando ya empiezo a estar recuperado de la anemia que me ha tenido un año sin poder entrenar con normalidad, pues resulta que aún me queda un nuevo Tourmalet que ascender.
Bueno, un Tourmalet y un puerto de 3ª.
El puerto de 3ª es una operación para extirparme un varicocele. Es una operación sencilla que me eliminará las molestias que tengo de vez en cuando en mis partes nobles. No tiene mayor importancia.
Pero lo que sí tiene importancia es un neurinoma del acústico que me han detectado mediante una RMN para ver si había alguna causa objetiva de una pérdida de audición que empiezo a tener. El ir quedándote sordo es lo normal cuando empiezas a ser mayor, o sea, viejo, pero con 47 años aún no me tocaba y el otorrinolaringólogo me mandó hacerme una RMN que ha detectado el neurinoma. Éste es la causa de los zumbidos que tengo desde hace meses en el oído izquierdo y de que oiga menos que antes. Es una enfermedad rara, 1 caso de cada 150.000 personas, y va y me toca a mí.
El problema del neurinoma es que es un tumor que crece dentro de una zona muy delicada. No es cancerígeno, esto es, no causa metástasis en los tejidos adyacentes, pero si sigue creciendo puede causarme serios problemas, e incluso la muerte. Por ello me han derivado a un cirujano especializado para que me lo extirpe mediante cirujía. Sólo operan de esto en Madrid y Barcelona. Yo voy a Madrid. La semana que viene voy a consulta y me programarán la operación, que es complicada y tiene ciertos riesgos.
Espero que, como me lo han detectado cuando aún es pequeño, todo vaya bien y no me queden secuelas, salvo la de la pérdida de audición que parece que es irrecuperable. También espero poder andar en bici con normalidad después, ya que es una lesión que afecta al equilibrio y en bici eso es peligroso.
Ya os contaré.

martes, 26 de octubre de 2010

Menorca. Have a nice ride.



No conozco una manera mejor de poner punto final a una temporada ciclista que ir a la Volta Cicloturista a Menorca a finales de octubre.
Casi siempre hace buen tiempo allí (por lo menos comparado con el de Bilbao en estas fechas), se rueda a un ritmo asequible, saludas a viejos amigos y charlas tranquilamente mientras pedaleas con algunos de nuestros ídolos ciclistas, como este año con Perico Delgado, Carlos Sastre y Chechu Rubiera. También ha estado Carlos Castaño, del Xacobeo Galicia, que lo deja este año por lesión, y el director de Teledeporte Carles de Andrés, un buen tío y un buen profesional.
"Have a nice ride", esto es, "ten un buen paseo en bici", es lo que leí en el maillot de uno de los muchos británicos que estuvieron con nosotros este año. Un bonito lema. Así da gusto.
Os recomiendo que a la primera ocasión que tengáis participéis en esta Volta, o en la Ruta de los Faros, que organiza también la Asociación Cicloturista de Menorca. Menorca es una isla pequeña, pero tiene muchos rincones que nos sorprenderán, como la Cueva del Xoroir, que a pesar de haber estado ya en la isla media docena de veces no la conocía.







martes, 19 de octubre de 2010

"Io corro con il cuore" (Yo corro con el corazón)


"Yo corro con el corazón". Con este lema protestó el pelotón profesional el sábado pasado antes de la salida de la última gran carrera del año, el "Giro de Lombardía" (que por cierto, fue una carrera durísima por el frío y la lluvia que hizo que sólo acabaran poco más de treinta corredores, entre los cuales sobresalió magistralmente Gilbert).
La protesta del pelotón vino motivada por las declaraciones unos días antes del Fiscal Antidopaje de Italia, Ettore Torri, que vino a decir que todos los ciclistas se dopan. “No soy el único que lo dice. Últimamente, todos los ciclistas que he interrogado han dicho que todo el mundo se dopa” , declaró Ettore Torri en una entrevista con The Associated Press.
Por supuesto, esto ha indignado a los ciclistas, con razón.
En mi opinión, si todos los ciclistas a los que ha interrogado Torri han declarado que todos se dopan, eso quiere decir que todos los que se dopan (que son a los que interroga Torri) lo hacen porque están convencidos que los demás también lo hacen, y que si no se dopan no van a estar a la altura de los demás.
El razonamiento es así: yo entreno y me cuido como el que más, pero los demás siempre me ganan, lo que significa que toman algo, porque no pueden entrenar o cuidarse más que yo. Así que debo tomar yo también algo para poder ganar y estar delante con los demás dopados.
Y así caen muchos en la tentación, convencidos de que si no ganan no es porque los demás simplemente son mejores, sino porque los demás van dopados.
Yo no creo que todos vayan dopados. Muchos me tachan de ingenuo por pensar así. Pero mi razonamiento es que si todos fuesen dopados, los controles positivos serían muchísimo más numerosos que ahora, cuando un porcentaje muy pequeño de deportistas da positivo.
Y no me vale el argumento de que van por delante de los controles. Eso puede valer para los que ganan mucho dinero y pueden gastar dinero en métodos muy sofisticados (y a la vez muy caros), pero la mayoría de ciclistas no gana mucho dinero, así que si recurren al doping es con sustancias fácilmente detectables. Así que si todos las tomaran habría decenas de casos en un Tour o una Vuelta, donde se hacen cientos de controles a todos los ciclistas durante la carrera.
Así que estoy convencido de que todos, o la inmensa mayoría, sólo corren con el corazón. Sus prestaciones son debidas a que son unos atletas con cualidades innatas fantásticas y con muchísismo trabajo. Por supuesto todos toman sustancias para recuperarse de los esfuerzos, pero son sustancias legales y permitidas, ya que competir sin tomar nada (legal) sería también muy malo para la salud.

sábado, 9 de octubre de 2010

Final de temporada


Bueno, llevo tiempo sin escribir (porque estoy muy ocupado, podría decir, pero la verdad es que ha sido por simple pereza) y hoy voy a dedicar unas líneas al final de la temporada de ciclismo 2010.
Ya terminó la Vuelta, una Vuelta muy bonita con mucha lucha y con el vasco Igor Antón como protagonista (y todo el Euskaltel-Euskadi también) hasta el desgraciado momento de su caída. Yo estoy convencido de que Igor hubiese ganado la Vuelta. En la montaña se mostró como el más fuerte, tenía una bonita ventaja con varios finales en alto aún por disputar, y en la crono creo que hubiese estado a la altura de Mosquera, o sea, muy bien.
Pero se cayó, qué le vamos a hacer. Después de ahí, Nibali fue el más regular y supo correr con inteligencia. Mosquera también estuvo a gran nivel, pero el posterior positivo me obliga a no valorar su actuación por ahora.
Otros dos corredores que estuvieron a muy buen nivel fueron Purito Rodríguez, que pagó en la crono los esfuerzos generosos de todo el año a tope, y Philippe Gilbert, inmenso, como inmenso estuvo en el Mundial.
Gilbert siempre ha sido un corredor de primerísimo nivel. El valón sabe correr, sabe atacar y en los finales en alto que no son puertos largos es arrollador. Su última vuelta en el Mundial de Australia fue excepcional, pero en un Mundial no siempre gana el más fuerte, y en esta ocasión otro gran corredor, Thor Hushovd, fue el más listo y el que menos esfuerzos malgastó.
Por el contrario, la selección española malgastó todas las fuerzas. Sí, lograron que Freire (otro corredor de los grandes) llegara al final con opciones de disputar el Campeonato al sprint, pero no tuvo las fuerzas necesarias y perdió otra oportunidad de ganar su ansiado cuarto maillot arco iris, y sólo le queda una oportunidad.
Bueno, quedan algunas bonitas carreras todavía, como el Giro de Lombardía, una carrera preciosa.
PD: No hablo de los casos de dopaje que se han publicado. Primero porque todavía no son definitivos, por lo que no hay que prejuzgar nada, y segundo porque el dopaje mata al ciclismo y los que se dopan no merecen nuestra atención.

lunes, 27 de septiembre de 2010

No más ciclistas atropellados


Un fin de semana negro. El sábado murió atropellado en Eslovenia, cerca de su casa, Jure Robic, ganador de la RAAM 2010 (y de otras cuatro ediciones), y ayer domingo otros dos ciclistas fallecieron en Sevilla atropellados por un coche conducido por una persona sin seguro y sin carnet. Uno de los fallecidos, Gerardo Rojas, era miembro de la Ciclolista, como yo.
Ya sé que es como predicar en el desierto, pero, por favor, seamos conscientes de lo que hacemos cuando conducimos un coche.

martes, 14 de septiembre de 2010

¿Peligra la QH 2011?


Hoy me he enterado a través de unos comentarios en el Facebook de esta noticia publicada en El Heraldo de Aragón según la cual peligra la organización de la marcha más famosa de España, la Quebrantahuesos.
Según la noticia, parece ser que la Junta Directiva actual ha dimitido en pleno, tras la dimisión de su presidente, Roberto Iglesias, cabeza visible de la organización, miembro de la Comisión de Cicloturismo de la RFEC y de la UCI.
Ya me comentó Roberto en su día que su retirada de la organización estaba próxima, por los años que no pasan en balde. Pero yo pensaba en un traspaso de poder ordenado y tranquilo.
Pero ya se sabe. Cuando algo tiene éxito siempre hay envidias y luchas de poder. No sé si los que critican al equipo de Roberto se animarán a coger las riendas del club y de la marcha y de sacarla adelante con tanto éxito. No sé si con los cambios que, supuestamente, harían en la gestión, les irá mejor que ahora. Pero sí sé que organizar cualquier marcha pequeña es un reto importante si se quiere hacer bien, e imagino que organizar con éxito una QH no debe de ser nada sencillo. Y tampoco es fácil aguantar las críticas, tanto de participantes descontentos con algo (que son los menos) como de los propios socios críticos del Club, que siempre los hay.
Durante once años fui la cabeza y el promotor de la organización de la Marcha Jesús Loroño, que organizaba la S.C. Bilbaina.
En el club había quienes ayudaban lo que podían, los que pasaban, y los que nos volcábamos en la organización quitando tiempo a la familia, al trabajo y a salir en bici. Era una gran satisfacción cuando la gente te felicitaba, pero las pocas críticas que recibíamos (y no eran importantes) se mantenían en mi cabeza por mucho tiempo y me quitaban el sueño, hasta que aprendí que si de 700 participantes dos se quejaban de algo que tú creías que estaba bien, quería decir que estaba bien, si no se hubieran quejado docenas.
No sé lo que habrá detrás de estas denuncias contra Roberto y su equipo. Seguramente serán buenas intenciones de gente que cree que se podrían hacer las cosas mejor. O igual son envidias y rencillas normales entre las personas. Lo que sí sé es que los que crearon en un principio la QH (ahí estaba, por ejemplo, mi amigo Luis García Landa) y los que la han seguido organizando para que miles de cicloturistas puedan disfrutar a lo grande, han hecho un trabajo ímprobo y desinteresado que merece toda mi admiración, desde el trabajo de Roberto hasta el del último de los cientos de voluntarios que ayudan a que todo salga bien.




sábado, 28 de agosto de 2010

¿Dónde está el límite?


Os subo mi última columna para la revista Pedalier (nº 37)


¿Dónde está el límite?

Cuando escribo estas líneas, todavía tengo muy frescas las imágenes de los corredores de ultrafondo mientras participaban en esa maravilla de tortura que es la Race Across America (de la que tenéis un reportaje en este número).
Al comentar con amigos esta carrera, siempre surge el debate de si en este tipo de pruebas se trata de buscar dónde está el límite de la resistencia humana. Son 5.000 km sin parar, y tienen suerte que la tectónica de placas dejase la anchura de lo que hoy es EE.UU. en esta distancia, porque si llegan a ser 7.000 km también habría ciclistas dispuestos a completar el recorrido. De hecho, entre los orígenes de la carrera, está la hazaña de un corredor americano que hizo la doble transcontinental, esto es, ir de Nueva York a Los Angeles y regresar de nuevo por el mismo camino. Su nombre es Lon Haldeman y completó esta doble hazaña en 24 días y 2 horas. Esto fue en 1981. Los dos años siguientes ganó las dos primeras ediciones de la RAAM y luego hizo otras tres veces segundo en la categoría de Solo, y ganó la carrera también en tandem.
Quizás se podría decir que esa doble transcontinental de Lon Haldeman es un límite difícil de superar, pero estoy seguro de que él mismo, y algunos otros, podrían hacer más kilómetros aún. Alguno pensará que el límite de cada uno está cuando realmente ya no puedes dar una pedalada más, esto es, cuando el agotamiento es tan total que deberían llevarte de urgencias a un hospital (o directamente al tanatorio, diría otro).
No lo sé. Quizás siempre se puede dar un paso más. Cuántas veces hemos visto en las carreras que un corredor se acerca a meta ya entregado, viendo cómo se le escapa la victoria, casi sin poder ni tenerse en pie, y de repente, viendo que el corredor al que ya daba por ganador tiene un problema, el casi hundido revive y empieza a esprintar motivado por una posible victoria que ya daba por perdida.
Recuerdo también, en la primera edición de la desaparecida marcha cicloturista Jesús Loroño, a un participante que alcanzó la línea de llegada de Urkiola pálido, y nada más atravesar la ansiada raya comenzó a vomitar y tuvo que ser atendido por los sanitarios ya que estaba completamente grogui. Pues bien. Me apostaría algo a que si a aquel cicloturista le hubieran dicho que la llegada era 500 metros más adelante hubiese recorrido ese medio kilómetro antes de derrumbarse como lo hizo.
Todo está en la cabeza. Nuestra mente, y la motivación que tengamos dentro, es el mejor músculo que tenemos y lo que realmente nos hace superarnos. Y todo ello nos va cambiando a medida que vamos pasando por las diferentes etapas de nuestra vida como cicloturistas.
Cuando yo era un chaval de catorce años y me iniciaba en esto de dar a los pedales, hacer 100 km seguidos me parecía un reto insuperable. Un día pasé esa cifra con unos amigos y ya no me parecía tan complicado.
Tardé varios años en superar el siguiente hito, que era el de los 200 km, una marca que hoy en día me parece una distancia normal para un cicloturista, sobre todo desde que empecé a hacer brevets de 300 km. Y por ahora esta cifra es mi límite, eso sí, sazonada con muchos puertos, todos los que hay en la Luchón Bayona, mi mayor hazaña en larga distancia (para algunos media distancia, claro está).
Por eso, al ver a los corredores de la RAAM, a Julián Sanz y sus colegas de ultradistancia, casi me da vergüenza contarles mis proezas, que para ellos no son más que un entrenamiento normalito.
Y si nos salimos de nuestro mundillo de la bicicleta, encontramos numerosos retos que nos parecen que superan cualquier límite razonable de la resistencia humana, como los que participan en carreras de 1.000 millas (1.609 km) corriendo a pie, o los que hacen triatlones de larga distancia que multiplican por diez las distancias de un Ironman, esto es 38 km nadando, 1.800 km en bici y luego 420 km corriendo.
¿Tendrán razón los que dicen que el límite estará cuando se organice una competición que nadie pueda completar? Es algo así como lo que decía un viejo director del Tour de Francia, hablando de la épica y la dureza de la prueba, cuando apuntaba que le gustaría organizar un Tour en el que sólo terminara un corredor.

lunes, 9 de agosto de 2010

La ruta del vino y del pescado


La Ruta del Vino y del Pescado es una ruta de Gran Recorrido (GR38) que une la Rioja Alavesa con la costa de Bizkaia, recorriendo la Comunidad Autónoma de Euskadi de Sur a Norte. Tradicionalmente se usaba para comerciar con los productos de la tierra (vino, aceites, etc.) con los productos de la mar, y hoy en día es una ruta turística que se está potenciando desde las instituciones.
A primeros de año nos animamos toda la familia para hacerla este verano a pie, haciendo una media de unos 22 km cada día, y para ello reservamos unos hoteles y trazamos un plan para ir completándola usando el coche y mi bici para hacer los enlaces entre etapas.
Pero debido a mis problemas de salud, finalmente hemos ido pero haciendo cada día excursiones más cortas (de entre 10 y 18 km) por los alrededores de los pueblos donde hemos dormido: Laguardia, Vitoria y Durango.
Las excursiones han sido en su mayoría bastante llanas, excepto el último día, en el que hemos subido al Anboto desde Urkiola.
Os recomiendo esta ruta, tanto a pie, como en bici o en coche. Es una ocasión espléndida para admirar los diferentes paisajes de Euskadi y de saborear buena comida y buenos vinos.














jueves, 29 de julio de 2010




(Lo escribí para un concurso, fue seleccionado pero no ganó, así que os lo pongo aquí. Lo único que decían las bases es que fuera corto e incluyera la palabra "cava"):

Tú te vistes por la mañana sin importarte si me despiertas o no. Tú me miras de soslayo tratando de adivinar en mí un gesto de perdón que no aparece. Tú te marchas y no puedes evitar odiarme una vez más al comprobar que sigo haciéndome el dormido para no tener que mirarte a los ojos.
Tú pasas el día sin quitarte de la cabeza el momento de regresar de nuevo a casa, el momento de vernos, de hablarnos, de echarnos en cara de nuevo todo una vez más.
Tú tratas de olvidarme en tu trabajo, en la comida, en el café. Pero tú no lo consigues.
Y tú alargas el momento de volver con la esperanza de encontrarme ya acostado y evitar así, un día más, otra odiosa discusión en la que sólo nos hacemos daño.
Tú sabes que el odio sólo es pasajero. Tú sabes que me amas y sabes que yo te amo, pero tú sabes también cuánto nos podemos odiar a ratos.
Por fin, tú llegas tarde a casa. Atraviesas el pasillo y ves la puerta de la habitación cerrada y la luz apagada. Tú casi respiras con alivio por no tener que verme, que hablarme.
Vas a la cocina para prepararte algo para cenar y abres la nevera. Y tú te estremeces al ver dos copas de cava en la nevera junto a una botella puesta a enfriar hace tiempo y una nota en la que tú lees: “Despiértame a la hora que sea”.
Y tú te desabrochas un botón de la blusa.

domingo, 25 de julio de 2010

Un análisis del Tour de Francia


Bueno. Ya se ha acabado otro Tour (cuando escribo esto sólo queda la etapa de París), el Tour del Centanario de los Pirineos, de la alta montaña.
Ha sido un Tour bonito, porque todos los Tours son bonitos aunque unos sean más disputados que otros, pero ha sido una lástima que la igualdad entre Andy Schleck y Alberto Contador haya hecho que sus ataques hayan sido muy medidos, casi con cuentagotas, pero es normal, porque si sabes que tu contrincante es tan bueno como tú es muy arriesgado atacarle muchas veces, ya que puedes perder más que ganar. Finalmente ha ganado el madrileño, aunque la sensación que ha dado Andy es que el año que viene Contador lo va a tener más difícil que este año para batirle. Y eso que este año Contador no ha ganado con la "facilidad" de los años anteriores que ganó. Es cierto que en 2007 y en 2009 no lo tuvo fácil para ganar, ya que ganar cualquier Tour es complicado, pero en sus dos anteriores victorias la sensación que daba era de mayor poderío que los rivales. Pero este año el pequeño de los Schleck ha subido al nivel de Contador, y no sólo en las cuestas, si no que en la crono ha demostrado una gran progresión. El Tour de 2011 se presenta apasionante.
Por otra parte, el último Tour de Lance Armstrong no ha sido el final feliz para la película de la vida del corredor americano. Él decía que llegaba al Tour más fuerte que en 2009, y yo le creo. Pero entre las caídas y el hecho de que los jóvenes han demostrado más nivel que el año pasado, Lance ha terminado el Tour de forma un poco oscura, salvo por el brillo que le dio al meterse en la escapada de la etapa del Centenario de la Luchon Bayona. Pasar en el grupo cabecero todos los puertos del Círculo de la Muerte fue una bonita manera de dejar el ciclismo.
Por cierto, en los dos años del retorno de Lance no se ha hablado en la carrera de dopaje. El año pasado sus roces con Contador y su rendimiento coparon los comentarios. Y este año ha sido su bajo rendimiento final y sobre todo el fair play lo que más ha dado que hablar. Y esto es bueno.
Por cierto, el tan traído tema de si se debe esperar o no a un contrincante cuando sufre una caída o una avería, querámoslo o no, ha marcado la carrera.
El tema empezó en la etapa de Spa. Una sucesión de caídas por la lluvia hicieron que Cancellara se adueñara de la carrera y parara al pelotón. A él le convenía porque su líder, Andy Schleck, estaba entre los retrasados. El Radioshack y el Astana se mostraron de acuerdo por intereses propios. Los demás se dejaron llevar y los que estaban en contra (Sastre, Luis León Sánchez, etc.) no tuvieron agallas para tirar para delante. Ahí está una de las claves del segundo puesto de Andy, pues si la etapa hubiese seguido con normalidad hubiera perdido mucho tiempo. A mí personalmente la actitud de Cancellara no me gustó nada.
Luego vino la caída de Frank Schleck en el pavés. Allí nadie paró, porque se da por supuesto que en el pavés hay caídas y no hay por qué parar.
Después está la avería de Andy en Balés. Contador al parecer no la vio, y cuando Andy estaba medio parado Contador atacaba a su vez pensando que Andy había parado la arrancada. Mala suerte para Andy.
En fin. Yo creo que no se puede decir que hay que esperar o no. Todo es según qué circunstancias de carrera se dan en cada situación. Si Contador hubiese visto la avería de Andy creo que debería haber parado aunque fuese unos segundos. Hubiese quedado muy bien en Francia y esto es muy importante si eres un ganador de Tour.
Quiero resaltar, también, el buen papel de Samu. Ir tercero varios días y terminar cuarto es un salto de calidad para el equipo Euskaltel Euskadi. Ya sé que es una pena verte en el podio y perderlo el último día, pero lo hecho por Samu es muy destacable. Lástima el fallo garrafal que tuvo en la etapa que quedó segundo y que tenía ganada. Otro corredor que ha destacado es Purito Rodríguez. Una etapa y octavo en la general en su primer Tour es algo que sobresale. Enhorabuena.
No quiero terminar sin destacar el escenario de la última semana: los Pirineos. Yo he estado allí toda la semana y el ambiente era mejor que otro años. Cuánta gente. Esto demuestra que el ciclismo tiene tirón y que pese a todo sigue siendo uno de los deportes favoritos de la gente.