martes, 18 de septiembre de 2012

CULTURA CICLISTA, Nueva editorial de ciclismo.

Acabo de recibir los cuatro primeros libros que edita en castellano la nueva editorial especializada en ciclismo "Cultura ciclista". Tienen otros dos en preparación, así que habrá que estar atentos.
Apenas los he mirado un poco por encima pero tienen una pinta estupenda y ya estoy deseando sacar un poco de tiempo para leerlos. Todos apunta a que serán de esos libros que te lees en dos sentadas, casi del tirón, y eso que uno de ellos, "El chivo expiatorio" (sobre el affaire de Michael Rasmussen en el Tour de 2007 -que ganó Contador de rebote-) tiene casi 400 páginas.
La idea (y todo el trabajo) de esta nueva iniciativa cultural es de de Bernat López, profesor de Comunicación en una Universidad catalana, ciclista aficionado y apasionado del ciclismo y de los libros (como muchos de nosotros).
Bernat ha traducido estos libros editados en otros países llenando un hueco que aquí hacía falta, el de la publicación de libros (biografías, ensayos,...) con el tema central del ciclismo y en castellano.
Mucha suerte y espero ir subiendo aquí algún comentario sobre cada uno de estos libros.

Podéis saber más (y comprar los libros) en: http://www.cultura-ciclista.com/


domingo, 9 de septiembre de 2012

Una Vuelta vibrante


Solo hace tres semanas que estuve en Pamplona disfrutando del prólogo de la Vuelta. Ha pasado una eternidad, o ésa impresión me da. Y no porque la Vuelta haya sido aburrida, todo lo contrario. Ha sido una Vuelta muy intensa, muy disputada, muy entretenida, muy vibrante, muy histórica, muy...
Pero el 18 de agosto yo estaba de vacaciones, en el pueblo, en la playa, y ahora estoy ya en Bilbao, las clases empiezan mañana, hay muchas obligaciones que cumplir, en los medios ya solo hablan de fútbol,... En fin, que en tres semanas han cambiado muchas cosas en nuestras vidas.
Pero vayamos al análisis de la carrera.
De los corredores que apunté en mi comentario previo a la carrera casi todos han sido protagonistas. Solo Cobo ha estado apagado, algo que entraba dentro de lo posible. Luego Igor Antón, por desgracia, también nos ha decepcionado en parte. Tras su caída en primavera esperábamos que hubiese preparado la Vuelta a la perfección, pero en ningún momento se le ha visto con opciones de aguantar con los de delante. Por lo menos ha luchado hasta el final para mejorar su 9º puesto y conseguir más puntos UCI para el equipo y eso le honra, pero la imagen que me queda, y espero equivocarme, es que es un corredor que puede aspirar a buenos puestos en la general de las grandes carreras y a ganar etapas de montaña de prestigio pero que nunca ganará una general de estas carreras. Se le ha pasado el arroz. Tiene una calidad incuestionable para la escalada, pero estuvo demasiados años protegido, "aprendiendo", y ahora que ha aprendido se ha quedado a un paso de dar el salto de calidad que necesita para disputar una carrera de tres semanas.
Luego está Froome, del que ya podíamos esperar que bajara el rendimiento según transcurrieran las etapas. Pero tiene mérito el seguir luchando por el 4º puesto, sin ninguna opción al podio. Seguro que ha aprendido mucho de esta Vuelta y el año que viene será más fuerte aún.
De Purito Rodríguez todo lo que se diga se queda corto. No es muy bueno, es lo siguiente. Una primavera fantástica ganado Clásicas como la Flecha Valona, y un 2º puesto en un Giro durísimo completando una gran crono final, y a pesar de todo viene a la Vuelta en una forma física impresionante. Su trabajo todo el verano en Andorra entrenando ha tenido que ser durísimo y, para mí, ha sido el más fuerte de la Vuelta. El recorrido le iba como anillo al dedo. Solo perdió la carrera ante un impresionante Contador y más por un error táctico que por falta de fuerzas. Si no llega a dudar ante el ataque de Alberto en el Collado de Hoz seguro que ahora estaría celebrando su primera Vuelta. Pero las cosas son como son y ha terminado 3º y sin ningún premio menor que le consuele.
También impresionante Valverde. Casi viene a la Vuelta de rebote, corriendo a tope los primeros días pensando en aprovechar la buena forma mientras le durara y acaba 2º en la general, con triunfos de etapas, la regularidad y la combinada. Casi inmejorable. Sí, está la polémica del día de Ezcaray y la caída, pero eso es ciclismo y no debe ser una excusa (salvo para su director Unzué, que siempre se queja de todo). Los ciclistas se caen, pinchan y sufren pájaras. Si no el ciclismo no sería tan divertido.
Y al final llegó él. Contador sin estar al 100% gana una gran vuelta más. Siete, si contamos el Tour y el Giro que oficialmente le han quitado. Que es el mejor no hay duda, y cuando no ha podido con Purito en las llegadas duras ataca de lejos en una etapa a priori sencilla y da la vuelta a la Vuelta, valga la redundancia. Se ha metido al público en el bolsillo, incluso a los que no son fans suyos. Ya estamos pensando en el Tour tan magnífico que nos espera el año que viene.
Por cierto, los dos primeros de la general vienen de una sanción por dopaje que les ha tenido un tiempo fuera de las carreras. Y así y todo siguen siendo los mejores. Si realmente eran culpables de lo que se les acusó lo que está claro es que no eran buenos por ello, eran buenos (y lo siguen siendo) porque lo eran (aunque parezca una perogrullada).
Y una última reflexión sobre el recorrido. Lo de los finales tan duros está muy bien para el espectáculo y para que haya más audiencia en la tele, pero no hace falta meter rampas imposibles para que haya diferencias entre los corredores. Por ejemplo en Cuitu Negro prácticamente hubo las mismas diferencias en meta que las que tenían al terminar la parte de Pajares. O en el Mirador de Ézaro, con rampas de casi el 30%, los 20 primeros entraron en menos de un minuto. En cambio la carrera se decidió en Fuente Dé, una subida tendida sin apenas rampas.
Bueno, la Vuelta ha sido espectacular, por lo menos los finales de etapa y el ataque de Contador. No sé si será la mejor de los últimos años, pero sí que ha sido una muy buena carrera. ¿Mejor que el Tour? Bueno, el Tour es el Tour, es más duro (aunque no haya finales tan explosivos), es más estresante, todo lo que pasa es más decisivo y más disputado, y aunque no haya ataques del tipo de los que hemos visto en los finales de etapa de la Vuelta el desgaste de las etapas para los corredores es mayor (las etapas son más largas y se suben muchos metros de desnivel en cada etapa de montaña).
Dejemos esos debates. Lo importante es que hemos disfrutado.