martes, 29 de julio de 2008

Tour de Francia: 4ª parte (terminó el Tour)


Y terminó el Tour. Y ganó Carlos Sastre, uno de los favoritos (aunque no el más favorito) de los que se barajaban antes de la salida.
Me alegro por el triunfo de Carlos, creo que se lo merece y es un corredor de los que siempre ha estado allí los últimos años. Se le ve metódico, trabajador, muy profesional. Y es una persona que se hace querer, de las que no alza la voz y no dice una mala palabra a nadie. Tal vez no sea un tipo de deportista de los que enganchan con el gran público, pero entre los que seguimos el ciclismo es difícil oír a alguien al que le caiga mal.
A Carlos le ha venido el éxito tras muchos años trabajando para otros líderes en diferentes equipos. Cuando estaba en la ONCE apenas pudo brillar para sí mismo. Luego en el CSC tuvo que trabajar para Hamilton y Basso antes de tener que tomar las riendas del equipo, eso sí, siempre compartiendo galones con otros compañeros, como los hermanos Schleck.
También me gustaría destacar el gran triunfo de Óscar Freire al ganar una etapa y la general por puntos (primer español en hacerlo). Freire es otro corredor que, como Sastre, hace su trabajo día a día, se sobrepone a las lesiones, no se mete con nadie y casi sin que el gran público se lo reconozca es capaz de ganar etapas de Tour y Vuelta, tres Mundiales, y ahora este maillot verde tan codiciado por muchos esprinters.
Es una lástima que, por circunstancias ajenas a lo extrictamente deportivo, no hayan estado ni Alberto Contador ni Tom Boonen.
Con Contador el Tour 2008 hubiese sido muy diferente, porque creo que Alberto está un punto por encima de los corredores que han ocupado las primeras plazas de la general. Y con Tom Boonen en los esprints y en la pelea por el maillot verde hubiésemos visto un espectáculo grandioso y tal vez Mark Cavendish (que tiene un futuro magnífico en el ciclismo) no hubiese ganado cuatro etapas.
Sobre el Euskaltel Euskadi creo que hay que ser realistas y comprender que ganar una etapa en el Tour está muy caro, y que los dos segundos puestos de Egoi y de Samu, más la 7ª plaza de éste en la general (además de algunos destellos de otros corredores) son un botín que no está mal.
No quiero terminar este breve análisis de lo que ha sido el Tour sin elogiar el magnífico trabajo de todo el equipo CSC. Visto lo visto, no me extraña que Riis lo tuviera difícil para dejar en casa a Íñigo Cuesta (un corredor que es casi siempre un fijo en las grandes vueltas), pues no tiene que ser nada fácil elegir a nueve corredores para el Tour entre tantos corredores buenos.
He leído comentarios críticos sobre el excesivio nivel demostrado en la montaña por corredores como Cancellara o Voight. Hoy en día es fácil sospechar de todo y de todos, pero los que opinan así no entienden el trabajo de los gregarios. En la época de Armstrong, en la de Indurain, en la de Rominger, o en la de cualquier corredor que dominara una gran carrera por etapas se ha visto siempre que muchos corredores de equipo que en circunstancias normales no estarían delante en una etapa de montaña aguantan en cabeza más que muchos líderes de otros equipos. La explicación para el que entiende algo de ciclismo y ha subido puertos con los amigos, es obvia y sencilla: para Cancellara, para Voight (o para los gregarios de cada campeón) la etapa no termina bajo la línea de meta, sino que termina sencillamente cuando no pueden más. Y la diferencia entre tener que disputar una etapa, o simplemente ir a tope hasta que no puedes más es abismal. Y no sólo físicamente, sino mentalmente. Por eso la vida deportiva de los gregarios suele ser más longeva que la de los corredores ganadores, que son siempre líderes de sus equipos.
En fin. Siempre habrá malpensados.
A ver si ahora Contador gana la Vuelta, Freire gana su cuarto Mundial, y Samu gana la Clásica de San Sebastián.
Seguiremos atentos a las carreras.

martes, 22 de julio de 2008

Ciclismo agonístico


Hoy me ha sorprendido gratamente en la retransmisión del Tour en TVE un comentario de Carlos de Andrés (que hace buena pareja junto a Pedro Delgado, son mis favoritos junto al dúo Fermín Aramendi y Xabier Usabiaga de ETB), cuando casi en la cima de La Bonette - Restefond ha dicho que estábamos viendo una etapa "agonística".
Me he sentido aludido, pues supongo que lo que quería decir era que la etapa estaba resultando agónica, por el esfuerzo de los ciclistas en la gran altitud del puerto (más de 2.800 m).
Y quizás a Carlos le ha venido a la mente el nombre del Col del Agonistic, cuya historia ya expliqué aquí (http://agonistic.blogspot.com/2008/02/el-porqu-del-el-col-del-agonistic.html).
Aunque puede ser, también, que el periodista de TVE, que normalmente acierta con la palabra justa (se nota que tiene un nivel cultural muy alto), haya querido usar la palabra "agonística" en su significado de algo que implica lucha, pues cualquier etapa del Tour, aun las más tranquilas, entrañan una gran lucha entre los ciclistas.
Sea como sea, le hago desde aquí este guiño a Carlos de Andrés (por si acaso me lee alguna vez) y le deseo que siga muchos años con Pedro Delgado haciéndonos más amenas las tardes del Tour.
PD: La foto que meto para ilustrar el comentario es de Amets Txurruka en Hautacam, pues está haciendo un Tour estupendo el de Etxebarria. Aupa Amets.

lunes, 21 de julio de 2008

Tour de Francia: 3ª parte (comienza el Tour)


Tras la segunda jornada de descanso, mañana martes comienza el Tour de Francia.
Sí, leéis bien. Digo que comienza el Tour, no la tercera parte o la semana final.
Porque el Tour es una carrera de fondo, y como en todas las carreras de fondo es la última parte la que marca la diferencia entre los corredores de fondo y los que no lo son.
A los maratonianos les pasa lo mismo. Los que hemos corrido un Maratón alguna vez, sabemos que la verdadera prueba comienza cuando llevas 30 y pico kilómetros. Hasta ahí, si has entrenado bien, no hay problemas, pero a partir de ahí se nota la distancia.
En el Tour pasa lo mismo. Dos semanas intensas de carrera las aguantan en cabeza un grupo relativamente numeroso de corredores, pero la tercera semana, en la que siempre hay como mínimo un par de etapas de montaña duras y una crono, deja en el podio a los elegidos para la gloria.
Por eso, tras la jornada de descanso del lunes, las seis etapas que veremos no tienen nada que ver con lo visto hasta ahora.
Ya se vio ayer en Prato Nevoso que en el grupo de cabeza están los primeros de la general y pocos más. Y no es casualidad.
Y esto que pasa en las tres grandes carreras por etapas (Vuelta, Giro y Tour), en el Tour alcanza su grado más alto, porque si la primera semana de Vuelta y Giro es relativamente tranquila para los corredores (salvo para los que se meten en la pelea de ganar etapas, claro), en el Tour incluso el corredor que más fuerzas trata de ahorrar sufre un desgaste que no lo sufre en las otras dos rondas de tres semanas. Aquí se lucha a muerte por todo, e incluso la presión de los medios y del público es tan inmensa que el estrés que acumulan los corredores es grandísimo y a muchos les puede. Porque en el Tour todo es grande, y la tensión en la que se vive desde el minuto uno de carrera no tiene parangón en ninguna otra carrera.
Este Tour está muy emocionante. Seis corredores en menos de 5o segundos en la general a falta de seis etapas es algo a lo que no estamos acostumbrados desde hacía tiempo. Y además a los corredores, incluso a los primeros, se les nota la cara de cansancio al llegar a meta. Y esto que debería ser lo normal en el ciclismo, parecía imposible de ver en los últimos tiempos. ¿Será éste el nuevo ciclismo, un ciclismo parecido al antiguo?
Lo seguiremos expectantes.

jueves, 17 de julio de 2008

Tour de Francia: 2ª parte (Vive le Tour) (actualización)


Ayer subí mi comentario sobre cómo está el Tour de Francia tras el paso de los Pirineos, y hacía un elogio a la exhibición del Saunier Duval y a las posibilidades de su estrella, Ricardo Riccó, de cara al podio final.
Pues bien (o mejor, pues mal). Vaya chasco. Riccó positivo (presunto) por EPO en la cuarta etapa, y el Saunier Duval - Scott decide suspender su actividad ciclista hasta que se aclare todo.
No sé si hay algo que aclarar. Riccó es un corredor joven, de la nueva generación de ciclistas que han pasado a profesionales sabiendo que jugar a la ruleta rusa del dopaje es sinónimo de suicidio deportivo. También es cierto que es (o igual hay que decir ya que era) un corredor agresivo, de declaraciones chulescas y al que le gusta ganar por encima de cualquier cosa, y esto puede llevar a que se cumpla ese dicho de que "si para ti ganar lo es todo, lo haces todo por ganar", y en ese "todo" algunos incluyen el arriesgarse con lo que toman.
En fin. Que hoy día no se puede hablar de "exhibiciones" hasta que no han pasado unos días y se sabe que no hay un positivo de por medio. Qué triste.

miércoles, 16 de julio de 2008

Tour de Francia: 2ª parte (Vive le Tour)

El Tour de Francia por los Pirineos. Un año más, y ya van 20 años, he pasado unos días por mi cordillera favorita viendo mi carrera favorita.

Este año ha tocado de nuevo Hautacam, un puerto que no me trae buenos recuerdos pues siempre que lo he subido en bici se me ha hecho muy duro, sobre todo las cinco ocasiones en las que hice la marcha ciclodeportiva "L'Isard Bahamontes", y os juro que subir Hautacam después de 200 km en los que has subido el Tourmalet y el Aubisque por la cara dura se hace muy complicado.

Pero este año ha sido más suave porque he subido muy despacio y la mitad del tiempo con la bici en la mano, pues le iba siguiendo a mi hijo de 9 años que ha subido hasta casi arriba (nos hemos quedado a 2 km de meta con unos amigos). Es todo un campeón, Vaya paliza que se metió.
Sobre el Tour, tras el final de esta segunda parte que acababa con la etapa de descanso en Pau y el primer contacto con la alta montaña, la verdad es que no sé qué decir. Por un lado está la exhibición del Saunier Duval, con un Riccó que si no fuera porque (teóricamente) tiene la contrareloj final en su contra, podría apuntar muy alto en el podio. Está también Menchov, para muchos el más fuerte de la carrera. Veremos cómo le va en los Alpes. Y ahí están los del CSC, con los Schleck y Sastre que aún no han dicho la última palabra. Valverde no va a ganar nunca un Tour. No le termino de ver como ganador de un Tour, no me preguntéis por qué.

Sobre el Euskaltel-Euskadi hay que decir que el joven Txurruka está trabajando muy bien, y que Zubeldia, sobre el papel el líder del equipo en el Tour, ha estado muy por debajo de lo esperado, como Cunego. Samu y Mikel Astarloza no han estado tan mal, pero me parece difícil que ganen una etapa en este Tour, donde cualquier victoria está muy cara. Ojalá me equivoque.
Quiero resaltar el excelente papel que está realizando Óscar Freire, un corredor que si hubiese nacido en Holanda o Flandes sería un héroe nacional, no como en España, que para el público en general simplemente Freire no existe más allá de lo que lo hace cualquier otro corredor del pelotón. Desde la Indurainitis, en España o ganas un Tour o no te conocen más que los aficionados más incondicionales. Y creo que Freire este año va a llevarse el maillot verde, y probablemente una etapa. Toda una gesta que va a engrosar su increible palmarés.
¡Ah! Y se me olvidaba hablar de Evans, el nuevo líder y máximo favorito. Puede que aguante hasta París de amarillo, pero tiene en contra que su equipo es flojo en montaña, no como el CSC. Eso sí, tras los años en los que se veían muchos americanos en el Tour, este año había más australianos que nunca.

Así que, como no sé qué más añadir, y sobre las malas noticias acerca del tema de siempre ya prefiero no hablar, me quedo con las sensaciones que nos da el Tour en sí mismo. Para los que nos gusta el ciclismo, hay carreras, como el Tour, o como los monumentos en forma de clasicas, que están por encima de los propios corredores que hacen grande su leyenda.
Y para muestro os dejo unas cuantas fotos del pasado lunes 14 de julio en Hautacam.




























martes, 8 de julio de 2008

Tour de Francia: 1ª parte


Con la disputa de la primera crono, la corta de la carrera, podemos decir que se ha terminado esta primera parte del Tour.
Ha sido una primera parte diferente a otros años: sin un prólogo; con etapas con final nervioso a lo Giro; sin bonificaciones; con lluvia y carreteras sinuosas y onduladas. Nada que ver con otros Tours donde uno de los favoritos ganaba el prólogo y luego los esprinters peleaban por ir pasándose el maillot de líder de unos a otros durante unos días.
Para muchos ha sido un inicio de carrera más interesante que otros años.
La primera etapa en Brest nos mostró la cara habitual de Alejandro Valverde, con uno de sus finales espectaculares que esta vez le valió no sólo para ganar la etapa sino para ponerse de líder en la mejor carrera del mundo. Era una apuesta arriesgada, pues era mostrar a todo el mundo que tiene una forma envidiable, como se vió en el Dauphiné Liberé y en el Campeonato de España.
Hay quien dice que no debía haber mostrado tan claramente sus cartas, aunque también hay quien dice (como lo ha hecho Joseba Beloki en Radio Euskadi) que con esa forma tan buena el primer día de carrera es casi imposible que pueda estar tan competitivo en la tercera semana, y que Valverde ha preferido ganar ahora y después que le quiten lo bailado. No lo sé. El tiempo lo dirá.
También están, por ahora, sensacionales Stefan Schumacher (líder tras la victoria en la crono) o Kim Kirchen, segundo en la general y entre los primeros en todas las etapas hasta ahora.
De los favoritos a ganar la general el mejor es Cadel Evans (ocn permiso del propio Schumacher). Luego siguen en su línea normal Menchov (tal vez un poco más atrás de lo esperado), Sastre, Andy Schleck.
Entre los que han perdido más de la cuenta está Haimar Zubeldia, que debería haber estado más adelante en la crono. Parece que ha perdido ya demasiado de cara a la general, con lo que Astarloza y "Samu" son los líderes del Euskaltel-Euskadi.
Pero bueno, el Tour es muy largo y queda toda la montaña. Un minuto ahora puede no ser nada dentro de unas etapas.

viernes, 4 de julio de 2008

Un nuevo Tour de Francia


Mañana comienza un nuevo Tour de Francia. Pese a todo, el Tour sigue siendo mi carrera favorita, y me emociona pasar por puertos de Pirineos (como mi querido Tourmalet) al pensar en la historia que tienen grabada en su asfalto y en sus curvas.
Me cabreó el Tour (su organización) al vetar la participación del Astaná, y con ella la del último ganador de la carrera, un Alberto Contador que es un ciclista de los que nos gustan a los aficionados: joven, escalador, atacante, espectacular.
Después, y debido a este veto que no comparto, hemos visto a un Alberto Contador en su línea ganado carreras importantes, como la Vuelta al País Vasco y sobre todo el Giro de Italia, con cuyo triunfo aumenta su incipiente leyenda y queda muy bien situado para intentar ser de los pocos corredores de la historia en ganar las tres grandes.
Para este Tour 2008 tenemos un puñado de favoritos encabezados por Cadel Evans. El australiano, segundo el año pasado, es en teoría el favorito número uno, aunque hay una serie de corredores que no se lo van a poner fácil. Entre ellos podemos citar a Carlos Sastre, al que quizás los años le empiecen a pesar más; a Damiago Cunego, aún joven, ganador de un Giro, y que este año se ha centrado en preparar el Tour; Andy Schleck, junto a su hermano Frank, es otro corredor con opciones y que hacen que el CSC tenga un equipo temible (lástima que Íñigo Cuesta no sea de la partida, pues siempre es un buen soporte para cualquiera de sus líderes); y Alejandro Valverde (claro), que siempre que sale en una carrera hay que ponerle de favorito. En contra de Valverde está el que nunca ha estado en la tercera semana del Tour disputando a tope la carrera, y esa última semana marca la diferencia.
Y luego están las sorpresas. En el Tour siempre hay corredores que a priori no cuentan con las máximas opciones pero que se destapan en plena carrera y comienzan a labrarse una trayectoria de grandes corredores, como fue el caso de Chiapucci en 1991 o del propio Armstrong en 1999.
Pase lo que pase (y esperemos que no pase nada reseñable extradeportivo) seguiremos con atención la carrera hasta París. De mientras me acercaré a los Pirineos, a mis Pirineos, a sentir una vez más el aliento de la leyenda del Tour de Francia.