domingo, 29 de mayo de 2011

Giro d'Italia: último acto.


Se acabó. El Giro de Italia de 2011 es historia y a la historia pasará, salvo que el TAS diga lo contrario cuando lo diga, que Alberto Contador sigue siendo el mejor corredor del momento en vueltas por etapas. Ya lleva tres Tours, una Vuelta y dos Giros, y no hace falta ser un adivino para saber que años le quedan para aumentar su fantástico palmarés.
Este último acto de la ópera del Giro de Italia ha estado un poco descafeinado. Por seguir en el símil musical, se podría decir que llevábamos un tiempo sentados en la Ópera de Milán esperando al apoteosis final, al aria final, y va la gorda y no canta.
Pero, y volviendo al ciclismo, es lo normal. Es lo normal en una carrera de tres semanas muy dura con un dominador muy claro desde el principio. Si sabes que queda dureza y sabes que el líder, si quiere, te mete unos minutos más cada día que termina la etapa en montaña, pues no le atacas. Es de cajón. Desde que se vio la superioridad de Contador, Níbali y Scarponi han luchado por la segunda plaza. De mientras Contador ha dejado hacer y ha corrido esta semana a medio gas. Ha regalado etapas (como a Tiralongo) y se ha ganado unos amigos (bueno, y unos enemigos, porque Purito y Níbali no están lo que se dice contentos con el de Pinto).
La última etapa dura, la del precioso Finestre, la ganó con majestuosidad Vasili Kiryenka, y se la dedicó, como no podía ser de otra manera, a Xavi Tondo.
En la crono final, premio para Millar, el chico redimido, y un excelente tercer puesto para Contador que no ha disputado la etapa a tope y la ha corrido sin asumir riesgos.
Creo que está claro que, de haberlo querido, Alberto habría ganado media docena de etapas en este Giro y el segundo habría quedado a un cuarto de hora, como en los tiempos de Merckx.
Ahí están los datos: primero en la general y en el maillot de la regularidad y segundo en la montaña sin disputar la clasificación.
Ahora toca esperar a ver si corre (y gana) el Tour. Por poder correr, lo puede correr, pero habrá que esperar a la decisión final de la organización francesa, que son muy suyos con sus cosas y puede que no se quieran arriesgar a que el ganador en julio en París resulte en septiembre eliminado de la lista con retroactividad por el TAS, parecido a lo que le pasó a Valverde el año pasado.
Sobre el resto de los corredores, unos pequeños apuntes a vuelapluma. Scarponi muy bien, Níbali más bajo de lo esperado, Sastre muy mal (creo que su época pasó), Menchov muy por debajo de lo esperado, Purito muy bien, Mikel Nieve va a ser otro corredor más maduro a partir de este Giro, con un gran futuro, e Igor Antón muy bien por su victoria pero creo que puede aspirar a más en la general.
Por cierto, y para terminar, lo de Contador y los himnos pasará a la historia. En Francia le ponen el himno de Dinamarca y hoy en Milán le suena el himno español, pero el de Franco, con letra y todo, con dos c...

miércoles, 25 de mayo de 2011

La Roue d'or des Pyrenées (La Rueda de oro de los Pirineos)


Cuando me enteré hace unos meses de que en Argelès-Gazost, mi pueblo favorito de los Pirineos franceses, se iba a organizar una nueva marcha cicloturista, con un recorrido en el que se subía Spandelles y Bordéres (además del Soulor), dos de los pocos puertos de la zona que no había subido en bici, y que además iban a estar ganadores del Tour como Merckx, Hinault, Indurain, Thevenet, Delgado y Walkowiak, no pudo sino hacer una buena marca en el calendario y empezar a trazar la estrategia para que en casa no me pusieran muchas pegas para ese fin de semana.
La idea estaba clara. Como la marcha era el domingo por la mañana, el sábado llevé a mi hijo a su carrera de infantiles y tras la comida salí hacia Pirineos con la bici lista y una habitación reservada en un pequeño hotel en el centro de Argelès.
Nada más llegar, al ir a recoger el dorsal, me encontré de bruces nada más y nada menos que con Miguel Indurain y con Eddy Merckx. Una foto con cada uno de ellos (para añadir a la cole, aunque ya tenía una foto con estos dos campeones) y tras dejar las cosas en la habitación y cenar algo me acosté temprano, aunque no pude dormir muy bien.
Por la mañana, sin prisas, fui a la salida y otra vez, nada más llegar, me encontré con Perico, al que ya conocía de la Volta a Menorca de 2010. Vi en la salida al resto de invitados y me puse en la parte trasera de un pelotón de unos 500 participantes.
Hay que decir que esta Roue d'or tenía tres recorridos. Los tres con el mismo inicio más o menos llano, y luego dos bucles, uno con Borderes y el otro, voluntario, con Soulor y Spandelles. Así que de los 500 todos no íbamos a hacer el largo.
Los primeros kilómetros bajo un cielo cubierto se hicieron rápidos pero no agobiantes como en la QH. Llegué al inicio de una primera subida (un puerto de 3ª) un poco descolgado del pelotón principal, pero a una media de unos 34 km/h, bastante para mí, sobre todo teniendo en cuenta que había que ir guardando fuerzas. La subidita la hice bien, y en un pequeño llano antes de bajar alcancé a un pequeño grupo en el que iban Merckx e Hinault, así que pude compartir unos minutos con ellos, un honor, antes de que me dejaran en la bajada. Luego ya no les volví a ver porque hicieron el recorrido corto.
Rodar en Pirineos junto a Merckx e Hinault es, para que lo entiendan los amantes del fútbol, como si puedes pelotear un rato en el estadio de Maracaná con Pelé y Maradona.
Tras un avituallamiento comenzó la subida a Borderes, que no conocía pero que me gustó mucho. Muy bonita carretera y no demasiado dura. Una bajada corta y llegué al pie del Soulor. Pero antes comí algo más en el segundo avituallamiento.
El Soulor es un viejo conocido, así que estuve un buen rato charlando con él mientras subía despacio, ya que la subida a Spandelles, que conocía en coche, sabía que se me iba a hacer dura.
Arriba del Soulor cogí agua y comí algo de lo que llevaba en los bolsillos. Me puse el chubasquero y me lancé cuesta abajo envuelto en una niebla que a ratos no dejaba ver ni el borde la carretera. Por supuesto lo de que me lancé es una broma, pues creo que no pasé en ese tramo de los 25 km/h. A todo esto ya estaba casi el último y desde Borderes iba solo, como los buenos corredores cabalgando por los Pirineos.
La bajada se me hizo larga, con mucho frío y sin poder relajarme. Pero la cabeza cuenta mucho en estos casos y sabía que iban a ser unos minutos de pasar frío antes de afrontar una subida en la que el sufrimiento sería por otros motivos.
Abajo, un cruce a la derecha marcaba el inicio de la ascensión a Spandelles, unos diez kilómetros con rampas abundantes por encima del 12 y del 13%, así que calculé que sería como una hora y pico subiendo.
Al de poco de comenzar la subida, por un paisaje precioso, eso sí, fui a comer las barritas que me quedaban y descubrí, por desgracia, que solo me quedaba una. Me la comí y empecé a sentir bastante hambre, así que bajé el ritmo para dosificar mi poca energía y poder llegar arriba sin echar pie a tierra. Subí a partir de ahí a unas 125 ppm, diesel total.
No sabía exactamente lo que me quedaba y las rampas duras se sucedían sin cesar. Cuando creía que quedaría un kilómetro vi un cartel que ponía "Sommet a 2 km". Buf, dos kilómetros eran un cuarto de hora o así, por suerte parecía que las rampas eran más suaves. Según subía ese último tramo empecé a pensar en lo que iba a comer al llegar a meta, en lo que iba a cenar al llegar a casa, en los que iba a desayunar al día siguiente,... También pensé en si arriba habría o no avituallamiento sólido, pero la lógica me decía que no podía ser, porque había dos anunciados y ya los había pasado.
De repente, cuando debía quedar un kilómetro, vi entre la niebla el cartel del puerto y una furgoneta con el avituallamiento. Al acercarme el cielo se me abrió, ya que no solo tenía avituallamiento sólido, sino que tenía bocadillos de panceta y salchichas recién hechas.
Me puse el chubasquero y me quedé unos minutos hasta que se me pasó el pajarón que llevaba. Casi me dio tiempo a hacerme amigo de los franceses, muy simpáticos, por cierto. Mientras tanto, el único participante que venía por detrás llegó, cogió agua y se marchó, así que allí estábamos: yo comiendo el bocata como Carpanta, los del avituallamiento invitándome a más, los de la ambulancia picando algo y los del coche escoba esperándome.
Por fin pude decir "Je suis unne autre personne" y luego "Je parte", y empecé a bajar, con el coche escoba detrás. La primera parte entre la niebla la hice muy despacio, pero luego la carretera ya estaba seca y con menos pendiente, así que bajé algo más rápido directamente hasta Argelès, donde llegué a meta el último, pero llegué.
Fui al lugar de la comida y allí estaban Delgado e Indurain, con los organizadores de la Pirenaica. Pedro me hizo un par de bromas, luego cogí la comida y estuve un rato con ellos.
Una duchita y me quedé un rato para que todos los invitados me firmaran el diploma. Por último pude sacarme una foto con Hinault, un tesoro para mí, y ya regresé para Bilbao.
Un fin de semana menorable.
Por cierto, los datos del recorrido están en http://connect.garmin.com/activity/87380548








lunes, 23 de mayo de 2011

Giro d'Italia: acto segundo.


Se acabó ayer el segundo acto de la ópera del Giro de Italia 2011. Tres han sido los nombres propios que han marcado este acto: Alberto Contador, el Monte Crostis y el equipo Euskaltel Euskadi. También habría que añadir a Mark Cavendish, que se ha llevado dos etapas seguidas, pero en un Giro tan montañoso, y con la facilidad de Cavendish para sumar etapas, su gesta queda en segundo plano.
La principal protagonista de la semana creo que ha sido (la ausencia de) la subida (y la bajada) del Monte Crostis. No me parece de recibo que el día antes de una etapa anunciada meses antes y que despertó las mayores expectativas para los aficionados, se anule una de las subidas porque la bajada es peligrosa. Sobre todo cuando ya se habían tomado todas las medidas posibles de seguridad y todo el mundo estaba avisado. El que tenga miedo que frene más. Ayer mismo en una marcha cicloturista bajé el Soulor hacia Ferrieres con una niebla que no dejaba ver ni el borde de la carretera en un lugar de grandes barrancos. El mejor no es el que mejor sube, sino el que es el corredor más completo, y bajar bien es uno de los requisitos.
Contador va a ganar el Giro sin exprimirse al 100%. Está siendo el más fuerte y está corriendo con inteligencia, ganándose aliados y acelerando sólo cuando se necesita. El recorrido le favorece y le está sacando un buen partido.
El fin de semana de los Dolomitas ha sido apoteósico para el Euskaltel Euskadi. Iban a por una etapa y se han llevado las dos más importantes de un tirón. Y además con dos corredores diferentes, algo que hace más grande al equipo, que no depende de un solo hombre para conseguir triunfos.
Por último no quiero dejar el comentario sin acordarme de la familia y amigos de Xabi Tondo. El sonriente corredor, que este año estaba completando una temporada que iba a ser histórica para él, ha muerto en un accidente casero casi inexplicable. Una verdadera desgracia que vuelve a entristecernos a todos los integrantes de la gran familia del ciclismo. Descanse en paz.



lunes, 16 de mayo de 2011

Giro d'Italia: acto primero.


La ópera del Giro de Italia 2011 ha bajado el telón de su primer acto. Es una ópera contemporánea, pero con toques innovadores traídos directamente del pasado más clásico. Ciclismo de carretera, sí, pero de carreteras de los inicios del ciclismo, de aquella época de héroes y de miserias, de gestas, de desfallecimientos y de gloriosas hazañas. Hazañas de las que aún vive el ciclismo, porque si para muchos los ciclistas tienen algo de héroes todavía es gracias a las penurias que pasaron tantos y tantos ciclistas desde finales del s. XIX hasta bien entrado el s. XX.
Se inició el Giro con todos los comentarios girando en torno a si Alberto Contador volverá a ganar esta gran carrera, por un lado, y en la dureza excesiva para algunos del recorrido.
Enseguida la desgracia y la mala suerte que se cierne a veces sobre los ciclistas nos sumió a todos los aficionados en un gran tristeza. El joven belga Weylandt, del equipo Leopard Trek, murió casi al instante al chocar contra un muro en un descenso. Era un descenso más. Seguramente no era el más peligroso del recorrido. Pero la mala suerte es así, golpea donde menos nos lo esperamos.
Tras el accidente hubo voces que protestaban por lo peligroso del recorrido, por el excesivo número de corredores en el pelotón, por... No importa. La caída no fue en los tramos peligrosos por los que protestan algunos. Ni se produjo en un grupo numeroso. El ciclismo es un deporte con riesgos. Una carrera es para ver quién corre más y la velocidad no es amiga de la seguridad. No creo que haya que darle más vueltas. Descanse en paz.
Pero este tema se enlazó casi sin descanso con el día de la etapa del sterrato. Otra vez que si es peligroso, que si ahí se puede perder la carrera, que si eso no es ciclismo,... El ciclismo viene de esas carreteras. Por suerte para todos nuestra vida es ahora muchísimo más fácil y cómoda. Pero creo que añadir unas pequeñas dosis del ciclismo histórico sirve para dar más espectáculo, para hacer que los poco aficionados vuelvan su mirada hacia este hermoso deporte. El ciclismo debe innovar, debe dar espectáculo (por supuesto sin llegar a extremos peligrosos para el corredor). Si en 1910 no hubiera incluído el Tour la etapa Luchon Bayona con los puertos de Pirineos no sé si el Tour hubiera durado muchos más años.
Y por supuesto que ahí se puede perder la carrera. Como se puede perder en una caída en cualquier lugar, o como se puede perder si no eres un buen bajador con lluvia, o como se puede perder si no eres buen contrarelojista,... Es que eso es lo que hace grande y emocionante a las carreras. Por eso nos gustan, porque no sabemos quién las va a ganar.
Este primer acto se cerró ayer con la doble subida al Etna. Para dar emoción, unos días antes el volcán se activó. Por suerte la etapa se pudo correr. Allí, como era de esperar, Contador aprovechó su innata capacidad de escalada y dio un primer paso de gigante para conquistar su segundo Giro. No cabe duda de que cuando Contador está bien es casi imbatible en montaña, y más si es en una carrera de tres semanas.
Yo creo que Alberto va a ganar el Giro con una demostración de fuerza como no la hemos visto hasta ahora. La duda que se cierne sobre si podrá o no disputar el Tour de Francia le va a dar una rabia que hará sufrir a sus rivales. Terreno de sobra tiene para ello.
Por último, y antes de que se bajara el telón del acto, L'Equipe nos volvió a sorprender (creo que ya no sorprenden a nadie) haciendo pública una lista confidencial de trabajo de la UCI.
Ya se sabe que la UCI tienen controlados a los ciclistas con el Pasaporte Biológico, con el que saben si los parámetros analíticos de un ciclista se mantienen en unos niveles normales o si hay cambios que pueden ser debidos a prácticas ilegales. Esto es bueno para el ciclismo, porque así es más fácil atrapar a los que caen en la tentación del atajo y de la trampa. Los controles son caros y así se les saca más rendimiento.
Pero hacer pública la lista, y sobre todo dando a cada corredor una puntuación del 0 al 10, además de ser ilegal (o debería serlo) va contra el ciclismo. Por de pronto hemos visto que de todos los de la lista sólo hubo un positivo, el de Contador, que aún se está estudiando. Por lo tanto, incluso los de nivel 10 de sospecha no dieron positivo, y eso que los miraron con lupa.
Pero esto pone en riesgo el futuro de los ciclistas más sospechosos según la lista. Si un equipo se quiere deshacer de alguno, o bajarle el caché, ahora tiene una herramienta y una excusa para hacerlo.
Además de que la lista debe seguir siendo una herramienta de trabajo confidencial de la UCI, podría limitarse a clasificar como probable o improbable el nivel de sospecha, como apunta el blog ULURU.
En fin. Quedan dos actos apasionantes. Vuelvan a sus asientos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ruta de los Faros de Menorca


Dicen que coger una buena pájara es necesario para coger la forma. Si fuese cierto, en junio, en mi próximo objetivo que es la Lieja Bastogne Lieja, estaré en plena forma, porque el pajarón que pillé el sábado en la VIII Ruta de los Faros de Menorca fue de los que hacen época.
Fui para Menorca el viernes, invitado por la organización, junto a Marino Lejarreta, mi gran ídolo de juventud. El viernes, tras la comida con el resto de invitados de la prensa y Toni Colom, excorredor mallorquin, salí con Marino a dar una vuelta en bici por la costa cercana a Mahón y así ajustar las bicis que nos había prestado para la marcha.
Antes de cenar fuimos a visitar la I Exposición del ciclismo y la bicicleta que la Fundación Ciclismo de Menorca Arturo Sintes ha instalado hasta octubre en Es Mercadal. Es una exposición bonita y muy completa.
Ya el sábado, el día de la marcha, desayuné bien, o eso creí, y hasta el kilómetro 80 fui bastante bien, comiendo lo que llevaba en los bolsillos. Así fui pasando los contínuos repechos y visitamos los faros de Cavallería, Punta Nati, Sa Farola y Cap d'Artrutx. El viento empezaba a pasar factura y cada vez sentía más hambre, de forma que poco antes del avituallamiento de Es Migjorn (km 110) ya me había descolgado del grupo y no hacía más que pensar en comer lo que fuera.
Así llegué al avituallamiento y comí todo lo que pude, lo que quizás fuera peor que la pájara que arrastraba. A partir de ahí, dolor de tripa y pesadez de estómago.
Fui pasando los kilómetros. Vimos el faro de Punta Prima, pasamos por Mahón (donde en vez de comer me tomé una pastilla para el dolor de estómago) y fuimos hasta el bonito faro de Favaritx (km 180). Allí yo ya iba más muerto que vivo y según íbamos de nuevo a Es Mercadal, donde habíamos empezado la marcha, de nuevo me quedé solo y tuve que luchar contra el viento con las pocas fuerzas que me quedaban.
Por fin llegué a Es Mercadal en solitario y afronté como pude la subida final al Monte Toro, 3 km con rampas del 18%. Poco a poco fui venciendo los metros y coroné la subida más por pundonor que por fuerzas.
Por fin la ducha, una cerveza y la cena con la entrega de trofeos.
El domingo hicimos un poco de turismo por la mañana, y tras una buena comida con Arturo, Lina y los demás invitados nos fuimos para el aeropuerto.
Un buen fin de semana. Espero descansar bien esta semana.
















lunes, 9 de mayo de 2011

Descanse en paz


Iba a escribir esta tarde una pequeña crónica de lo mucho que he disfrutado este fin de semana en Menorca en la Ruta de los Faros, junto a Marino Lejarreta, Arturo y Lina, y los demás participantes, pero lo dejaré para mañana.
Esta tarde nos hemos entristecido con la noticia de la muerte de un joven ciclista en el Giro de Italia. Wouter Weylandt ha sufrido una grave caída a pocos kilómetros de la meta de la tercera etapa y ha muerto sobre el asfalto como en 1995 lo hiciera el italiano Fabio Casartelli en el Tour de Francia, o como otros corredores antes que ellos.
La muerte no es algo habitual en las carreras ciclistas, pero es algo que está allí, siempre acechante, y que puede ocurrir a cualquiera en cualquier momento.
El ciclismo, además de ser el mejor deporte del mundo, es un deporte duro, sacrificado y peligroso.
Ya está bien de hablar tanto de la parte oscura del ciclismo. Los ciclistas son jóvenes deportistas que entrenan muy duro, que se cuidan mucho y que, como vemos, se juegan la vida. Y todo esto en la mayoría de los casos sin que vean su cuenta corriente aumentada y sin la gloria y el calor del público en general.
Descansa en paz, Wouter. Ojalá seas el último.