miércoles, 28 de abril de 2010

Cosas para hacer, hechas y otras que no haré nunca


Os propongo un ejercicio de imaginación. Hacer listas de "Cosas que me gustaría hacer y no haré nunca", "Cosas que me gustaría hacer y que tal vez las haga" y "Cosas que he hecho".
Ahí van mis listas:

COSAS QUE ME GUSTARÍA HACER Y NO HARÉ NUNCA:
- Viajar a la Luna
- Correr el Tour de Francia y ganar una etapa
- Dar la vuelta al mundo a vela en solitario
- Subir los 14 ochomiles
- Escribir una novela que sea muy buena
...

COSAS QUE TAL VEZ HAGA (SI ME TOCA LA LOTERÍA):
- Dar la vuelta al mundo en un velero
- Subir al Everest
- Dar la vuelta al mundo en bicicleta
- Ver el Cañón del Colorado
...

COSAS QUE HE HECHO:
- Escribir libros
- Cruzar los Pirineos en bici
- Tener un hijo
- Cruzar el Atlántico por mar
- Subir la montaña más alta del norte de África
...

Ya seguiré ampliando las listas.

jueves, 22 de abril de 2010

Un capitán de 15 años


Ya os comenté en otra ocasión cómo la vida es un círculo y el pasado siempre regresa a nosotros de una forma u otra.
Además de que la casualidad quiso que yo estudiará para Marino Mercante en su día y que hoy lleve ya casi dos cursos de profesor de Navegación en la Escuela Técnica Superior de Marina Civil de Bilbao, donde estudié cuando era joven, se da también otra casualidad que me parece muy curiosa.
Al lado de la Escuela están restaurando un pesquero de Lekeitio, un atunero de bajura, el Agurtza, para convertirlo en museo o en algo así.
Pues bien. Cuando yo tenía 15 años y este pesquero estaba en plena forma, su patrón era Txomin, un amigo de mi padre. Un día, Txomin y otros tripulantes tenían que ir en coche a Bermeo a traer el barco a Lekeitio tras unas reparaciones que le habían hecho en el astillero de Bermeo. Mi padre les llevó y yo fui con ellos para regresar a bordo hasta Lekeitio.
Al salir a la mar y pasar la Isla de Izaro, Txomin me indicó el Faro de Santa Catalina, en Leketio, y me dijo que tomara el timón rumbo al faro. Cuando yo estaba al timón, Txomin bajó a cubierta y con el resto de los tripulantes hizo el resto del viaje en proa, mientras yo iba, con más miedo que vergüenza, solo en el puente llevando el timón. Es posible que Txomin conectara el piloto automático. No lo sé. Pero hasta que estuvimos ya muy cerca de Lekeitio no subió al puente y allí hice yo toda la travesía, como Dick Sand, el protagonista de la novela por entregas de Jules Verne "Un capitán de quince años".

sábado, 17 de abril de 2010

Eyjafjalla, nunca te olvidaré, maldito seas


Tras haber hecho la "Ronde Van Vlaanderen" (la Vuelta a Flandes) cicloturista el año pasado, en octubre de 2009 catorce amigos nos decidimos a hacer en 2010 otra clásica de primavera. Iba a ser la Amstel Gold Race, que también se celebra coincidiendo el mismo fin de semana con la carrera de pros, por lo que se amortiza el viaje a Holanda.
Yo en octubre estaba aún sin poder salir en bici por una fatiga que me tenía en el dique seco, pero confiaba estar bien para abril. Luego vi que no terminaba de estar del todo bien, así que el plan B se imponía y ya que la Amstel cicloturista tiene varios recorridos cortos alternativos pues elegía uno de ellos y listo.
Luego mi salud empeoró con una fuerte anemia que me ha obligado a parar del todo en marzo(por lo menos sé que sólo es por hemorroides internas y me operan este mes) y el plan C pasaba a ser ir al viaje a disfrutar del ambiente, y como mucho alquilar allí una bici para dar unos paseos y sacar fotos.
Pero cuando algo puede salir mal tiende a salir mal, que dice Murphy, y los dorsales que íbamos a conseguir con un contacto de Giant Holanda, resulta que no se podían conseguir al dejar de ser Giant Holanda patrocinadora de la prueba en 2010.
Unas rápidas gestiones tirando de varios de mis contactos y la organización nos permitió inscribirnos fuera de plazo (inscribirse aquí es más difícil que en la QH).
Solucionado el problema, y a 12 horas de coger el avión para Bruselas, hete aquí que viene el volcán islandés Eyjafjalla (no creo que haya nadie en el mundo capaz de pronunciar eso), y nos cancelan el vuelo. Algunos de mis amigos le echaron un par al tema y se fueron en coche a Holanda, eso sí, alargando un día el viaje, pero otros (como yo) finalmente nos quedamos en casa. No es plan meterme 15 horas de coche para dar un paseo por Holanda y al día siguiente regresar de nuevo por carretera.
En fin, que los problemas los he ido solventando uno a uno, pero contra un volcán ya no puedo. Quizás hace unos años hubiese podido, pero se me han ido los poderes.
¡Ay, Amstel Gold Race! Otro año caerás.

sábado, 10 de abril de 2010

Vuelta al País Vasco 2010: buen espectáculo


Vaya semana de ciclismo al más alto nivel. El domingo pasado vimos una fantástica Vuelta a Flandes con los dos favoritos luchando con sus armas: la potencia y la velocidad. Cancellara estuvo inconmensurable y Boonen lo hizo todo bien pero no pudo con el Campeón del Mundo contra el reloj, que se marcó un final de carrera increíble. Como dijo Tom Boonen: "Yo iba a 55 km/h y me metió un minuto". Verlo para creerlo. Y para los que hemos vivido en primera persona las rampas y el pavés de Flandes ver esa carrera y a estos dos percherones rodar así es sencillamente emocionante.
Luego hemos tenido una Vuelta al País Vasco de lo más entretenida hasta la última pedalada. Se suele criticar a la organización que al poner una crono para terminar la Vuelta hace que la carrera vaya bloqueada hasta ese último día. Dicen que la montaña del País Vasco no sirve para hacer diferencias entre los gallos y que prefieren marcarse entre ellos para jugársela en la crono final.
Pues no sé, pero si marcarse entre los corredores que optan al triunfo es hacer las etapas como las han hecho, con un ritmo frenético, con ataques, con luchas en todas las llegadas, pues bienvenidas sean esas cronos finales. Porque lo que está claro es que en Euskadi no hay puertos como los de Pirineos o los Alpes, pero tampoco hay una sola etapa que se pueda decir que sea de transición. Incluso las que terminan al sprint con un pelotón más o menos numeroso son etapas muy selectivas y que no permiten a ningún favorito rodar con comodidad. Y los finales de todas las etapas de este año han sido explosivos, con repechos durísimos y carreteras estrechas. En fin, que los que han llegado delante para jugársela a la crono final han hecho más cosas que vigilarse unos a otros.
Lástima que Samu Sánchez fallara el primer día y más lástima aún la caída de Amets Txurruka, que se iba a llevar la montaña tras una Vuelta fantástica por su parte. Muy bien, sobresaliente mejor dicho, para Beñat Intxausti, un ciclista al que la afición vasca le sigue desde antes de pasar a profesional y que paso a paso se está convirtiendo en un corredor de referencia. Sólo tiene 24 años y seguro que nos va a hacer alegrarnos muchos días en grandes carreras.
Freire ha estado muy bien. Vino a disputar las tres primeras etapas y ha hecho tres segundos puestos (el primero por la discutible descalificación tras entrar primero en meta). Es un corredor que podría disputar la general y quedar entre los diez primeros, pero como él mismo dice, ése "no es su trabajo".
Valverde ha estado muy bien, pero un corredor, el veteranos Horner, ha estado mejor.
En fin. Una carrera de las de recordar muchos años.
Y mañana la París Roubaix para cerrar una de las mejores semanas de ciclismo de la temporada. A ver si Boonen se saca la espina de Flandes y consigue su cuarto adoquín.
Bueno y os dejo una foto del futuro del ciclismo: la de los chavales de la Escuela de Ciclismo de Berango ensayando para la foto oficial del equipo que se sacarán el viernes que viene junto a los Cadetes y Juveniles. Mucha suerte para todos en la bici y en la vida.