jueves, 26 de diciembre de 2013

Resumen de otro fantástico año.

Bueno, se acaba este año que en muchos aspectos (deportivo, viajes, trabajo,...) ha sido fenomenal para mí. Por supuesto, el paso por la meta de Central Park en el Maratón de New York ha sido el momento culminante, sobre todo por haber tenido que esperar un año más de la cuenta para llegar a ese instante, un instante que recordaré toda la vida.
Pero, vayamos por partes (como decía Jack el destripador a sus víctimas). Voy a empezar por mis mejores momentos deportivos del año 2013.
Tras varios meses de entrenos en bici, dejando un poco a un lado el running, llegué el 9 de junio a la Milano San Remo cicloturista, con la que he cerrado, por ahora, el reto de las grandes clásicas del ciclismo. Fue un gran día, con una meteorología variada (sol, lluvia, viento, de todo) y sentí una gran alegría al llegar a la meta, primero por completar el recorrido, un recorrido de 300 km, en buenas condiciones, y porque el peligro de la ruta por el tráfico, sobre todo en la zona de la costa, hizo que no disfrutara como en otras ocasiones de una gran marcha.
 Paso por el Turchino, que da acceso a la costa italiana.
 Rodando junto al Mediterráneo, a mitad de la prueba.
 El paso por el Poggio fue un momento importante, sobre todo para alguien como yo, al que le gusta visitar los lugares míticos.
El día antes de la Milán Sanremo tuve ocasión de subir al Col de la Madone. Otro puerto famoso para mi colección.

Tras esta clásica seguí con la bici para llegar en forma a la semana que pasé en los Alpes con algunos amigos de la S.C. Bilbaina.
Pero antes de ir a los Alpes estuve un par de días en Pirineos con los amigos de Pedalier, y como el 21 de junio (día del Solsticio de Verano) parecía invierno en el Tourmalet, corrí a pie entre la cima y La Mongie.

Ya en el viaje a los Alpes a mediados de julio pude subir puertos históricos y visitar lugares que ya son leyenda del Tour de Francia, como la Casse Deserte del Izoard, y su monumento a Coppi y Bobet, o el Mont Ventoux y el monumento a Simpson.









Tras el viaje a los Alpes ya me centré en los entrenamientos para el Maratón de NY. Pero pude hacer un hueco para hacer algo que llevaba años queriendo hacer: ir desde mi casa de Bilbao hasta el Gorbea caminando por el monte. Fue un gran día.


Y por fin el 3 de noviembre hice realidad mi sueño de correr el maratón más famoso del mundo en Nueva York. Un día inolvidable.

Y para poner la guinda al pastel de mi temporada deportiva, tres semanas después de NY hice mi segunda mejor marca en un maratón en Donostia.


Y como os decía, también ha sido un buen año para mí en lo profesional. En marzo fui a Madrid a recoger el Premio de Periodismo de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE) y en junio, antes de viajar a la Milán Sanremo, defendí por fin mi Tesis Doctoral en la UPV-EHU.


Como os decía, un año difícil de superar. Pero ya tengo planes para el 2014, y tienen buena pinta.


martes, 10 de diciembre de 2013

Suerte Ibai Salas... Y sigue con calcetines negros.

Como hace tiempo que no trato aquí el tema del ciclismo profesional lo voy a hacer hoy, ya que he leído la buena noticia de que el ciclista Sub-23 del Caja Rural Ibai Salas ha fichado para el 2014 por el Burgos Monumental. Por fin Ibai va a poder hacer realidad su sueño de ser ciclista profesional. El sueño de todos los chavales que empiezan a competir en ciclismo y que van cumpliendo las etapas de Cadete, Juvenil y Sub-23.
Y es un sueño muy difícil de cumplir. De todos los chavales que corren en esas categorías muy pocos llegan a competir como profesionales. Y de los que tienen la suerte de llegar a profesionales, muy pocos se asentarán en la categoría. Y de los que se asientan en la categoría profesional, muy pocos pueden decir al final de sus años como ciclistas profesionales que se han solucionado la vida. Como mucho se habrán solucionado unos años, pero tras este apasionante periodo de sus vidas, cuando cobran por hacer lo que más les gusta, tendrán que seguir trabajando y buscándose las alubias.
Pero bueno, cuando uno es joven, es bueno en el deporte y le surge la oportunidad de ser profesional lo que debe hacer es aprovecharla, prepararse lo mejor posible y disfrutar, que ya vendrán luego otros tiempos.

Ibai en la carrera de cadetes de Irala (Bilbao) el 13 de junio de 2009.
Conocí a Ibai cuando era un cadete de 2º. Y era de los mejores de su generación.
En la carrera de Irala que organizaba la S.C. Bilbaina ganó él. Yo no le conocía y antes de la salida de la última manga, me acerqué a él y le hice una broma por los calcetines negros y altos que llevaba. A mí nunca me gustó esa moda. Yo soy de la vieja escuela: calcetines cortos y blancos. Pero Armstrong llevaba calcetines negros y altos y se pusieron de moda.
Ibai era un chaval de 16 años y cuando le dije que cómo podía ir con esos calcetines tan feos, no se cortó un pelo y me dijo que los llevaba como los buenos, en plan chulito pero muy simpático.
Poco después, tras pasar la última meta y ganar la carrera me vio, se acercó a mí y riendo me dijo: "¿Qué? ¿Te gustan ahora mis calcetines?". Me hizo gracia.
En fin. Que ese día vi que era un buen corredor, con personalidad, y que no se amedrentaba por lo que le dijera un desconocido. Vi que tenía personalidad de líder y de ganador y desde entonces le he ido siguiendo. Y ha seguido en la pelea en todas las categorías, ganando carreras.
Por eso me alegro de que Ibai pase a profesionales. Seguiré sus andanzas y espero que logre conseguir sus metas y que sea, además de bueno en la bici, inteligente para saber estar en la categoría muchos años. Es un mundo difícil, con muchas tentaciones de hacer cosas que no debes y con gente a tu alrededor que no sabes siempre si buscan lo mejor para ti o tienen otros intereses.
Suerte Ibai. Y sigue con calcetines negros (si te gustan).