miércoles, 31 de diciembre de 2008

Por fin puedo entrenar algo


Por fin. Por fin he podido empezar a salir un poco en bici.
En mi planificación para la temporada cicloturista 2009 entraba el no hacer nada durante todo noviembre y empezar a hacer kilómetros en diciembre, pues el Tour de Flandes es a primeros de abril y ya que voy a ir quiero hacer el recorrido largo, el mismo que los profesionales. Mitómano que es uno.
Pero entre que desde mediados de octubre ha llovido en Bilbao ¡60! días seguidos (se dice pronto) y entre que mis nuevas obligaciones docentes me llevan tiempo (sobre todo de estudiar), no he tocado la bici hasta estos días de finales de diciembre.
Pero bueno. Ya tengo experiencia de hacer brevets de 200 km con sólo 500 km de entrenamiento y conozco mis límites y cómo tengo que rodar.
Así pues, bienvenida sea esta temporada 2009 y que la disfrutemos mucho.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Solsticio de invierno en el Gorbea


Bueno. Un año más hemos cumplido la tradición y hemos subido a la Cruz del Gorbea a ver la puesta del Sol el sábado más cercano al Solsticio de invierno.
Este año hemos tenido mucha suerte, pues tras dos meses, se dice pronto, en los que ha llovido todos, repito, todos los días, por fin este fin de semana ha cambiado el tiempo y parece que vamos a tener unos pocos días soleados por Euskadi.
Y hemos tenido suerte, además, porque el año pasado no pudimos subir a la cruz pues había hielo. Esta vez había algo de nieve un poco helada, pero se podía pisar con cierta seguidad, la necesaria teniendo en cuenta que el descenso lo hacemos con linternas.
¡Qué bonito estaba el Gorbea! ¡Qué ocaso! ¡Cuántas estrellas! Qué bonito estaba todo!
Y después a merendar al refugio. Una tarde completa.
Hasta el año que viene.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Lástima Unai


Lástima. Justo unos pocos días después de que os posteara en este blog un pequeño comentario de ánimo a Unai Basurko, nuestro compañero cicloturista-navegante-solitario, que está participando en "la última aventura sobre la tierra", la Vendée Globe, pues va el timón de estribor del Pakea-Bizkaia (el barco de Unai) y se rompe.
Estos veleros (Open 60 IMOCA) llevan dos timones en el espejo de popa, y el de estribor rompió su anclaje con el casco hace pocos días casi cuando Unai estaba a punto de terminar la travesía del Atlántico y comenzar su peregrinación hacia el Este en busca de la vuelta a los 360 meridianos.
El barco puede seguir navegando, pero no por esos mares tan duros y con más de dos tercios de la ruta por delante, donde un agrandamiento de la avería podría acabar en un peligroso naufragio en aguas donde un rescate es incierto. Así que nuestro Unai es el sexto skipper en retirarse en esta edición de la regata.
Su última posición es la que os indico en rojo en el dibujo. Ahora le queda más o menos un mes de navegar hacia el norte sin forzar el barco para llegar a Bilbao y poder salvar el barco.
Qué rabia tiene que dar llevar años preparando una aventura como ésta, con lo difícil que es conseguir el patrocinio, y tener que retirarte por una avería. Es como si estás cuatro años preparando la París-Brest-París y nada más salir se te rompe la bici y te tienes que retirar (por cierto, eso es precisamente lo que le pasó a un asturiano en 1999 cuando seguí la prueba). Pues imaginaros la rabia que da eso. Pues esto de Unai es como eso pero peor, pues en la PBP participan miles de personas y no es complicado participar si te animas. Pero en la Vendée Globe son apenas dos docenas los participantes de cada edición, y no basta con querer participar y estar preparado para hacerlo, sino que además hay que tener un barco apropiado y necesitas mucho dinero para poder tener el equipo necesario.
Ánimo Unai. La siguiente Vendée Globe te espera.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Primeros kilómetros


Hoy la meteorología nos ha dado un pequeño respiro por la tarde, y dado que he comprobado que mis nuevos alumnos saben menos que yo y que me puedo relajar un poquito tras un mes de clases en el que he tenido que estudiar casi casi en un mes lo que estudié en varios años de la asignatura de Navegación Marítima, me he tomado un respiro y he salido con la bici a dar una vuelta.
Han sido algo menos de 30 km y totalmente llanos, y las sensaciones han sido buenas. No me ha dolido la rodilla y he pedaleado a gusto. Está bien. Estoy contento.
Ahora a ver si hace buen tiempo los días que tenga un rato en diciembre para empezar a acumular kilómetros, que el Tour de Flandes está a la vuelta de la esquina, y como siga lloviendo como hasta ahora...

lunes, 1 de diciembre de 2008

Un cicloturista en la Vuelta al Mundo


Éste que veis aquí en primer plano es Unai Basurko esperando el avituallamiento en la Bilbao Bilbao 2008.
Para los que no lo conozcáis, Unai es un cicloturista (cuando tiene tiempo) que está dando la vuelta al mundo en solitario.
Pero no en bici. No.
Unai Basurko es uno de los pocos skippers que están participando en la regata Vendée Globe, que es una regata a vela oceánica para navegantes solitarios que da la vuelta al mundo sin escalas saliendo de la región francesa de La Vendée y con llegada al mismo punto unos tres meses más tarde (los primeros, pues los últimos tardarán bastante más).
Salieron 30 navegantes el pasado 9 de noviembre y ya sólo quedan 25 en carrera. Están al sur del Atlántico, ya enfilando para pasar el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica.
Luego les queda una larga travesía por el sur del Índico y del Pacífico, rozando el Océano Antártico, para cruzar el mítico Cabo de Hornos y remontar de nuevo el Atlántico hasta Francia.
Algunos salen a ganar, pero otros tienen como única misión el terminar la prueba, uno de los mayores desafíos a los que aún se puede enfrentar el hombre.
La Vendée Globe, una auténtica aventura. Y un cicloturista desafiándola.
Ánimo Unai. A dar pedales y que los vientos te sean favorables.
Web de Unai Basurko: http://www.pakeabizkaia.com/
Web oficial de la regata: http://www.vendeeglobe.org/

domingo, 23 de noviembre de 2008

Y el pasado sigue apareciendo


Os decía en el post anterior que mi pasado regresa de nuevo a mi vida.
Pues ayer sábado volvió a ocurrir.
Indurain gana una carrera tras anular una escapa de Marino Lejarreta. Julián Gorospe hace segundo y Marino se queda con la tercera plaza, como tantas veces.
No. Esto no es el resumen de una de las cientos de carreras en las que estos tres magníficos corredores de mi época de joven apasionado por el ciclismo participaron.
No. Esto ocurrió ayer sábado 22 de noviembre de 2008 en Durango, con motivo del 30º aniversario del equipo ciclista Café Baqué, toda una institución en el mundo del ciclismo vasco.
Y pese a la incómoda lluvia, fue de nuevo emocionante recordar aquellos tiempos y poder gritar de nuevo ¡Aupa Marino!




lunes, 10 de noviembre de 2008

El pasado regresa, la vida es un círculo

La vida gira, y a veces, muchas veces, nos lleva al punto de partida por extraños derroteros.
Hace muchos años yo estudié para ser Capitán de la Marina Mecante. Años después estudié para ser Periodista. A periodista he llegado, y en ello sigo (entre otras cosas). A Capitán no llegué. Terminé los estudios pero no navegué lo suficiente y me quedé en Piloto.
Ahora, más de 20 años después de salir de la Escuela Superior de la Marina Civil (la Náutica) de Portugalete, hete aquí que esta mañana he estado de nuevo en ella esta vez como profesor interino.
Lo que son las cosas. ¡Quién me lo iba a decir! Estoy de profesor a tiempo parcial sustituyendo a quien fuera uno de mis profesores de Navegación de entonces y que ahora está de baja.
La verdad es que es una gran responsabilidad y una bonita experiencia en mi vida. No sé si sólo será durante este curso o si esta etapa de mi vida será más larga. Pero seguro que aprendo muchas cosas de esta situación.
Y ahora miro con otros ojos estas viejas fotos de uno de mis periodos de embarque en el petrolero "Muñatones".
¡Qué tiempos!

lunes, 27 de octubre de 2008

Volta a Menorca 2008


Bueno. Ya he terminado esta larga temporada. Hacía años que no sumaba tantos kilómetros en un año. Se notan los Brevets, la Luchon Baiona, la QH, la Transpirenaica.
Y qué mejor sitio para dar las últimas pedaladas que en Menorca, disfrutando con la gente, del tiempo (que este año no ha sido tan bueno, pero que tampoco ha sido tan malo como anunciaban), de la subida al Monte Toro (el último esfuerzo del año).
Y si además lo hacemos pedaleando junto a Chechu Rubiera, Dani Navarro, Carlos Barredo, Samu Sánchez, y otros corredores, pues qué os voy a contar. Pues queasí da gusto. Ahora a descansar que la temporada 2009 promete.

















lunes, 20 de octubre de 2008

Si una es buena...


Os subo mi último artículo publicado en la revista Pedalier, que acaba de salir al kiosco.
No bebáis mucho.
Si una es buena...
Este verano, al término de una de las etapas de la Transpirenaica que hemos organizado desde Giant Tours, mientras tomaba una cerveza con uno de los participantes, un neozelandés llamado John, charlábamos acerca de que los médicos dicen que tras hacer deporte la mejor bebida es la cerveza. Fue entonces cuando John me dijo una frase de ésas que se te quedan grabadas en la mente y que sirven para citarlas en muchos momentos tras una salida en bici. Y la frase en cuestión era: “Si una es buena, dos son mejor”. Bueno, él me lo dijo en inglés y con acento raro, lo que daba más credibilidad a la veracidad de la sentencia, por lo que no hizo falta que me diera argumentos médicos para que me quedara convencido de que tenía razón.
Así que, ahora, cada vez que termino una salida, una marcha, o un entrenamiento, aplico la demoledora lógica del colega del sur, y hago una regla de tres que más o menos relaciona el número de kilómetros recorridos y la dureza de los mismos, con el número de cervezas que he de tomarme para recuperar del todo.
Así las cosas, el domingo pasado, tras unas cuantas horas de pedaleo duro tratando de seguir la rueda de una grupetta de profesionales de mi zona, al llegar al bar donde se reagrupó la gente, pedí una cerveza detrás de otra, a pesar de calcular que el número de cervezas que debía beber para restaurar el cuerpo a su ser sobrepasaba la reserva de dinero que llevaba en la cartera.
Pero uno no debe resignarse a la triste condición de ajustar su vida al vil metal que atesore en la cartera, sino que hay que poder equilibrar nuestra capacidad de gasto a nuestras necesidades, y más sobre todo si éstas están basadas en una irrefutable verdad médica, como es el caso de “Si una es buena...”. Así que recurrí a pedir una línea de crédito al camarero del bar (suerte que me conoce), para poder hacer frente al gasto en cerveza al que me enfrentaba.
Tras unas cuantas cañas, y cuando ya no quedaba ningún compañero ciclista en el bar, yo me dispuse a terminar el último canto regional con el que deleitaba desde la cuarta cerveza a la parroquia del local, muy animada por cierto, antes de levantarme y comprobar varias cosas, a saber: que la cuenta que debía era bastante más elevada de lo que había calculado ingenuamente; que todo lo que entra ha de salir; que hacerse paso hasta el baño entre la gente que se apiña en la barra es más difícil con zapatillas de ciclista que con zapato de calle; que las zapatillas de ciclista resbalan (cosa que ya sabía); que las escaleras de mármol son muy duras (cosa que también sabía, pero que no había comprobado tan vivamente nunca); que es difícil cambiar de agua al canario mientras te tambaleas, te frotas el golpe en la rabadilla con una mano y sujetas el culotte con la otra para efectuar la operación de micción con cierta puntería; que es muy complicado mantener el equilibrio sobre la bici tras recuperar el esfuerzo a base de cervezas; que el casco sí amortigua los golpes en la cabeza; que las manetas de freno se rompen más fácil de lo que pensaba; y finalmente (esto lo comprobé unos días después) que las manetas del freno si son buenas cuestan una pasta.
En fin. Que las cervezas, como bien decía la sentencia de John, me ayudaron a recuperar el esfuerzo. Eso sí, para recuperarme luego de las cervezas necesite varias horas de estar tumbado en el sofá más un par de aspirinas.
Dicho todo esto, quizás se debería matizar la frase del neozelandés y dejarla en “Si una es buena, dos son mejor. Pero eso no significa que tres sean aún mejor”. O lo que es lo mismo, todo es bueno con moderación y sin excesos.
En fin. Si bebes no conduzcas.

lunes, 13 de octubre de 2008

Especial Clásicas y VIII: Il Giro di Lombardia


Con esta entrega termino la serie sobre las grandes clásicas del ciclismo que apareció publicada en un número especial de la revista Pedalier.
Ahora toca esperar al año que viene, sobre todo a Flandes (ver GIANT TOURS).
Giro de Lombardía: la última
“La carrera de las hojas muertas”. Así se conoce a esta otoñal carrera, una carrera que nos ofrece siempre estampas de inusual belleza, con los colores de la Lombardía italiana en pleno otoño, alrededor del magnífico lago Como. Un escenario perfecto para poner fin a una temporada de ciclismo que vive en el Giro de Lombardía su última gran carrera cada año.
La primera edición del Giro de Lombardía, que se celebró el año 1905, se llamó la Milán Milán, pues de ahí salía y terminaba la prueba desde 1905 hasta 1961, aunque para 1907 ya adoptó el nombre por el que se conoce hoy día. Su primer vencedor fue el corredor italiano Giovanni Gerbi, el mismo que se encargó de diseñar la Milán San Remo y que también era conocido como “el diablo rojo”. Gerbi ganó esta primera edición gracias a su conocimiento del recorrido, lo que le permitió esquivar un cruce de la carretera con las vías del tren sin tener que bajarse de la bici, cosa que sí que tuvieron que hacer sus adversarios a los que dejó atrás para llegar escapado a la meta de Milán.
Ya en 1907 tomó las riendas de la organización el diario italiano la “Gazetta dello Sport”, que sigue siendo quien la organiza hoy día.
El recorrido ha sido alterado en numerosas ocasiones, aunque las orillas del lago Como y los puertos de la zona son las características principales de esta preciosa carrera. Como hemos apuntado, Milán fue inicio y final hasta 1961. Luego tanto el lugar de la salida como el de llegada han ido alterándose pues entre 1962 y 1984 la carrera fue de Milán a Como, luego entre 1985 y 1989 fue de Como a Milán. Más tarde, entre 1990 y 1994 se hizo de Milán al autódromo de Monza; de 1995 a 2001 se corrió entre Varese y Bérgamo; en 2020 de Cantu a Bérgamo; en 2003 de Como a Bérgamo; entre 2004 y 2006 se salió de la localidad suiza de Mendrisio para terminar en Como; y finalmente en 2007 se corrió entre Varese y Como.
De todas formas, independientemente de las ciudades de inicio y final, la carrera ha tenido como uno de sus símbolos la subida al Ghisallo, que se inicia en Bellagio y termina junto a la ermita de la Madonna del Ghisallo, protectora de los ciclistas y donde hay un pequeño museo con recuerdos ciclistas. Esta subida es bastante dura, por eso se dice que el Giro de Lombardía es el único de los monumentos ciclistas que tiene un verdadero puerto en su recorrido. Son 8,6 km de longitud, en los que se salva un desnivel de 532 metros a una media de algo más del 6% y con una pendiente máxima del 14%. Hay que tener en cuenta que la pendiente media engaña mucho, pues en la segunda mitad de la ascensión hay un largo tramo casi llano, que si lo descontamos, la pendiente media de los kilómetros en los que realmente se sube está entorno al 9%. Además de este puerto, en la carrera se ascienden otras dificultades orográficas, por lo que quien vence en Lombardía debe estar en buena forma para estas alturas de temporada.
Al disputarse la carrera poco después del Mundial, siempre es un atractivo más de la prueba ver al nuevo portador del maillot Arco Iris desenvolverse en este recorrido. Si el nuevo campeón no ha descuidado su entrenamiento, suele estar entre los favoritos. Hasta ahora han sido seis los corredores que han vencido en Lombardía estrenando maillot multicolor: Alfredo Binda, Tom Simpson, Eddy Merckx, Felice Gimondi, Giseppe Saronni, Oskar Camenzind y Paolo Bettini.
También la curiosidad nos puede llevar a comprobar quiénes han logrado vencer en la misma temporada en la Milán San Remo (primera gran clásica) y en el Giro de Lombardía (última). Esto nos lleva a encontrarnos con nombres conocidos, como Girardengo en 1921, Mara en 1930, Binda en 1931, Bartali en 1939 y 1940, Coppi en 1946, 1948 y 1949; Bobet en 1951 y Eddy Merckx en 1971 y 1972.
El récord de victorias en el Giro de Lombardía esta vez no va a parar a manos del “Caníbal”, sino que lo tiene el “campeonísimo” italiano Fausto Coppi, con cinco triunfos en 1946, 47, 48, 49 y 54. Luego viene otro italiano, Alfredo Binda, que ganó cuatro veces en 1925, 26, 27 y 31.
También pasó a la historia triste del ciclismo la descalificación de Eddy Merckx en 1973 por dar positivo en el control antidoping.



Lombardia para cicloturistas
El recorrido de la prueba cicloturista “Medio Fondo Giro di Lombardia”, que como la Milán San Remo forma parte de la Challenge de la Gazetta dello Sport, comparte los últimos 70 kilómetros y la subida al Ghisallo con la carrera profesional.
La salida y la llegada es en Como y se totalizan 113 kilómetros, que los cicloturistas recorren al día siguiente que los profesionales, con lo que el fin de semana es perfecto para disfrutar de esta parte de Italia y del mejor ciclismo.
En 2007 fueron 1.652 los cicloturistas que tomaron parte en este evento cicloturista y que pudieron sentirse como los grandes al final de la temporada.

Más información:
www.gazzetta.it/grandeciclismo
www.gazzetta.it/challenge

martes, 30 de septiembre de 2008

Fotos de cicloturismo

Hoy estoy en plan vago, por lo que en vez de escribir os subo sólo unas fotos bonitas de cicloturismo. Más que nada, ahora que estamos acabando la temporada, para abrir boca para la que viene.












miércoles, 24 de septiembre de 2008

Regreso a la Volta a Menorca


Este año voy a volver a terminar la temporada cicloturista en Menorca, donde es un placer dar las últimas pedaladas mirando al mar.
Atrás quedan los fríos de principios de año, los brevets largos y bajo la lluvia, la Luchon Bayona, la QH de noche, la Indurain, la Transpirenaica,...
Han sido muchos kilómetros y colgaré la bici (por un mes o así) en la Volta a Menorca, donde ya estuve hace un par de años y donde me alegraré de saludar a viejos conocidos.
Menorca es una isla placentera para el ciclista. Quizás le falte un poco más de variedad de carreteras, pero es seguro que si pedaleas allí disfrutarás. Y ojo, que pese a que el único puerto que hay en Menorca es el Monte Toro, no significa que el resto sea completamente llano. Hay muchas subidas y tampoco es tan fácil como muchos pueden pensar el hacer la Volta a Menorca.
Pero, eso sí. Vayas entrenado o vayas en plan vago, seguro que te lo pasas bien, tanto en la bici como después, a culotte quitado.
Si vas por allí no te olvides de saludarme. A mí, y a mi vecino de Blog, Rafa Vallbona, con quien compartiré apartamento y pedaladas.
Os dejo unas fotos que saqué allí hace un par de años para abrir boca. A disfrutar.


jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Armstrong de nuevo al Tour?


¿Volverá este muñequito (o más bien muñecazo) que abre la caravana del Tour de Francia a personificarse en Lance Armstrong, el séptuple ganador de la carrera de las carreras?
¿Volveremos a ser testigos de su molinillo infernal con el que apisonaba a todos sus rivales?
¿Será capaz Lance no sólo de volver a competir en el Tour, sino de ganarlo por octava vez?
Cuántas preguntas. Cuántas páginas de periódicos y revistas escritas y cuántos minutos de TV y de radio se han dedicado a comentar esta noticia que irrumpió en plena Vuelta a España eclipsando el liderato de Egoi Martínez (Euskaltel Euskadi).
Armstrong lo explica en un video en unos pocos minutos. De ahí surgen horas y horas de debates, entrevistas, informes, opiniones,...
Voy a mojarme un poco en este tema, a riesgo de meter la pata hasta el fondo.
Lance Armstrong no sólo ha sido el mejor corredor que ha tenido el Tour de Francia a la vista de sus récords, sino que ha sido el corredor más inteligente y que mentalmente dominaba a todo el pelotón hasta el punto de que nadie se atrevía a atacarle en serio. En este aspecto creo que Armstrong ha sido junto a Merckx e Hinault el mayor capo de la historia del ciclismo.
Pero, además, Lance ha sido el corredor más mediático de la historia, y un corredor que ha sabido sacar partido de los medios de comunicación para conseguir sus intereses. Y ha sido también un gran actor cuando lo ha interesado.
Creo que esta noticia suya de su retorno no es más que una utilización muy hábil de los medios para difundir su mensaje sobre su Fundación contra el Cáncer en todo el mundo. En mi opinión es una perfecta utilización de la herramientas del márketing conocida como publicity (hacer que un mensaje de la organización o empresa salga en los medios como noticia y así no tener que pagar la publicidad), y es una buena práctica de las RR.PP. Ha creado una noticia que ha dado la vuelta al mundo. Si llega a decir cualquier otra cosa con el fin de que se difunda su mensaje sólo le hubiesen hecho caso unos pocos medios, en cambio diciendo que va a disputar el Tour de 2009 ha sido noticia mundial, y no sólo en el mundillo ciclista.
Estoy convencido de que dentro de unos meses Lance aparecerá de nuevo en un video en su website diciendo que lo ha pensado mejor y que se da cuenta de que no podría estar al nivel requerido para disputar la general del Tour de Francia de nuevo. Algo en lo que todos los entrenadores de ciclismo, médicos deportivos y demás conocedores de los procesos fisiológicos del deporte de élite coinciden.
Ya. Ya sé que estamos hablando de Lance Armstrong. El mismo que estaba casi desahuciado por un cáncer y que volvió al deporte de elite para ganar siete veces seguidas la carrera más importante del mundo. Es verdad que de Lance podemos esperar cualuier cosa, pero... Yo no me lo creo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¡Qué duro es ser ciclista!


¡Ay! ¡Qué duro es ser ciclista!
Este año he hecho dos brevets, uno de 200 km rápido, uno de 300 km con lluvia casi todo el día, una Quebrantahusos por la noche y en solitario, la Luchon Bayona, la Transpirenaica,... Y a pesar de todo, el peor momento, en cuanto a sufrimiento físico, de toda la temporada fue ayer en una subida de 3ª categoría, en sólo 14 minutos y 17 segundos.
Era el Campeonato de Montaña de la S.C. Bilbaina, y para mí fue un esfuerzo de poco más de 14 minutos y sin embargo sufrí como no había sufrido en toda la temporada.
Y es que ser cicloturista puede ser duro muchas veces, pero ser ciclista, o sea, competir, aunque sea entre los amigos, es muy duro.
Ayer podía haber subido tranquilo y no disputar a tope la subida. Pero a uno le puede ese orgullo que todos tenemos y, como a casi todo el mundo, ya de salir en la carrera, por lo menos vamos a hacer el mejor puesto posible.
Así que fue una cronoescalada agónica para mí. Y además, al no conocer la subida a Oba, los últimos 500 m, los más empinados, se me hicieron durísimos. Ahí alcance el máximo de pulsaciones de todo el año, y ahí volví a sentir el sabor a sangre en la garganta, cosa que hacía años que no sentía.
Como se demuestra siempre, sobre la bicicleta no mata la bala, mata la velocidad. Esto es. Da lo mismo que el recorrido sea durísimo o muy suave. Si se va a tope siempre es duro, y si se va relajado siempre es suave.
¡Qué duro es ser ciclista! ¡Qué duro es jugar a carreras!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Dancing in the Pyrenees - Bailando en Pirineos IV

Hoy os subo el último video sacado en un puerto mientras Alicia y Andy bailaban. Fue en el Col de Port. A partir de ahí la meteorología no fue clemente con nosotros en los puertos.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Ya soy randonneur


Os subo aquí mi último artículo publicado en el número 24 de la revista "Pedalier".

Ya soy “randonneur”

¡Ah! Cómo pasa el tiempo. Aún recuerdo aquellos años cuando, aún siendo un chaval, salía yo a andar en bici con mis amigos, algunas veces, o solo, la más de las veces. Entonces no sabía yo que en esto del mundo de la bicicleta fuera de la competición había tantos y tantos cajones donde clasificarnos. Entonces, los que andábamos en bici y no competíamos, hacíamos sólo eso: salir en bici. Y es que luego la vida me ha ido llevando por mundos de los que no sabía ni que pudieran existir.
Yo era un chico normal, tan normal como lo pueda ser cualquiera que en verano dedicaba varios días a la semana a dar una vuelta en bici. Habitualmente salía por la mañana, aunque en julio no era raro el día en el que salía por la tarde, después de ver la etapa del día del Tour. Y así, maravillado por la carrera de las carreras, jugaba a subir las cuestas como si fuera Perico, o Millar, o incluso el mismo Hinault. ¡Qué tiempos!
Después ya me negué a dar la razón a eso de que las bicicletas son para el verano y se inició mi trayectoria por esto que llamamos cicloturismo. Ahora salía casi todos los fines de semana del año con veteranos de una sociedad ciclista. Comencé a hacer más kilómetros y se amplió mi territorio ciclista, conociendo nuevas carreteras, pueblos y bares (algo muy práctico).
Así que, sin saberlo, ya era cicloturista. ¡Qué cosas! Había ascendido en la jerarquía de “chaval que sale a andar en bici” a “cicloturista de fin de semana”.
Pero ahí no terminó mi derrotero por el mundo de la bicicleta. Aquel club no duró mucho, y terminé enrolado en otro de mayor raigambre y solera. Otro escalón ascendido. Aquí empecé a oír a gente que hablaba de marchas cicloturistas duras y cosas así. Vaya. Había que probar aquello. Así que, sin darme cuenta empezaba las temporadas mirando el calendario cicloturista de la revista de ciclismo que había entonces (la única) y marcando en rojo aquéllas a las que pensaba acudir. O sea, que allí estaba yo, un incipiente cicloturista de fin de semana que ya pasaba a ser cicloturista que hacía marchas.
Pero ahí no terminó la cosa, qué va. Aquello sólo era el comienzo, pues en aquella revista aparecían de vez en cuando reportajes de marchas aún más duras y que se celebraban en lugares tan exóticos entonces para mí como los Pirineos franceses y que, además, ascendían los puertos que estaban en mi imaginario ciclista de ver el Tour por la tele.
Un nuevo escalón se erigía ante mí. Un escalón duro de escalar, pero irresistiblemente atractivo. Ahora iba a ser cicloturista que hacía marchas duras subiendo los puertos míticos de los Pirineos. ¡Guau! Aquello era el no va más. Era duro, sí, pero era una sensación agradable el flirtear en algunos momentos de aquellas marchas entre lo que era ser un simple cicloturista y el sentirte un corredor en pleno Tour de Francia. De aquellos tiempos guardo recuerdos imborrables que me acompañarán siempre.
Pero cuando ya parecía que nada más podía culminar mi deambular por el escalafón del cicloturismo, del ciclogloberismo de elite, hete aquí que a mi alrededor asomáronse poco a poco, casi imperceptiblemente, dos nuevos mundos nuevos, algo que parecía imposible.
Algunos de los compañeros de club empezaron a tontear con marchas de resistencia, y empecé a oír hablar de algo mágico e increíble llamado “París Brest París”. Buf. Aquello que sobre el papel parecía reservado a súper hombres, resultaba que era el objetivo de compañeros mucho menos dotados para el ciclismo que yo, al menos sobre el papel.
Pero este mundo no me atrajo demasiado durante unos años, y alternaba mis marchas cicloturistas y salidas domingueras con excursiones a la búsqueda de puertos en compañía de otros compañeros aquejados de un mal cada vez más difícil de curar para algunos.
Pero tras exponerme varias veces al virus de la caza de los puertos más difíciles y las rampas más empinadas, no acabé del todo contagiado por esa locura y he podido mantenerme más o menos cuerdo (con recaídas, eso es cierto) hasta hoy.
Pero de la otra enfermedad, la de los “randonneurs” y la de los “breveteros” tampoco me he curado del todo, y de vez en cuando hago algún “Brevet” (no de los más largos, tampoco se trata de exagerar) o participo en alguna “Randonnée” francesa tipo Luchon-Baiona o así.Y este año he dado un paso más y he completado un recorrido largo, con puertos, de noche y en solitario. ¿Ha sido un reto en sí mismo o sólo era una prueba para retos futuros aún mayores? La verdad es que ni yo mismo lo sé, pero creo que tras esta experiencia puedo decir, ahora sí, que ya soy “randonneur”. Aunque lo peor es que no sé si éste es el escalón más alto al que puedo aspirar en mi vida de cicloturista, o aún tengo más mundos ocultos por descubrir. El tiempo y los kilómetros me lo dirán.

lunes, 25 de agosto de 2008

jueves, 21 de agosto de 2008

Dancing in the Pyrenees - Bailando en Pirineos I

En nuestra Transpirenaica coincidieron Alicia, que a ratos es monitora de bailes, y Andrew, que recibe clases de Salsa. Y así, tontamente, comenzaron a bailar en el Col de Xatard, el primer puerto de la ruta. Saqué un video, y esa pequeña broma se conviritió en costumbre en la cima de los puertos. Lástima que en las etapas donde había puertos famosos la lluvia y el frío y los diferentes ritmos de cada uno, nos impidieron coleccionar videos de baile en todas la cimas de los puertos.
Pero, bueno. Tal vez hayamos iniciado una moda. Quién sabe.
Así que ya sabéis. Si sacáis un video bailando en una cima de Pirineos me lo mandáis.

lunes, 18 de agosto de 2008

Y la hicimos (la Transpirenaica)

¡Guau! ¡Qué bien lo hemos pasado! Ni buscando a propósito hubiésemos conseguido reunir un grupo mejor. Magnífica gente la que ha participado en esta primera edición de la Transpirenaica que hemos organizado desde GIANT TOURS.

Y eso que el tiempo no nos acompañó, y hemos tenido más frío, niebla y lluvia que la deseada, pero lo hemos pasado bomba y hemos completado el recorrido. Bueno, algunos tuvimos que hacer algún tramo en la furgoneta, pues desde el tercer día hemos sufrido una molesta diarrea, y no sabemos muy bien por qué (tal vez alguna salsa de los espaghetti).

Pero hemos sabido llevar los problemas con humor, y así rebautizamos la furgoneta como la "ambulancia", donde se refugiaban los "zombies", que a veces parecían muertos pero luego revivían y daban miedo a los "jabuguitos", que con sus piernas depiladas y morenas no podían con los "tomahawks", que subían los puertos como misiles.

Pero todos, los zombies, los jabuguitos y los tomahawks, hemos gozado del viaje y estamos contentos, que era el principal objetivo del viaje, por encima del reto deportivo de unir dos mares a través de una cordillera.

Cuando tenga más tiempo seguramente subiré una crónica más larga de la semana. Por ahora subo unas cuantas fotos para que os hagáis una idea de cómo ha ido el viaje.























viernes, 8 de agosto de 2008

Transpirenaica: El Tourmalet nos aguarda


Por fin llegó el día. Mañana llegan casi todos los componentes del grupo a Irun. Y el domingo saldremos en autobús hacia el Mediterráneo para el lunes iniciar en bici en nuestra travesía de costa a costa por los Pirineos.
Es la Transpirenaica que desde Giant Tours organizamos por primera vez este año.
Y nos espera el Tourmalet. Será jueves en una etapa gloriosa con el Peyresourde y el Aspin. ¡Qué ganas tengo de salir!
Si puedo subiré un post cada día para contar cómo nos ha ido la jornada.
Deseadnos buen tiempo.

martes, 29 de julio de 2008

Tour de Francia: 4ª parte (terminó el Tour)


Y terminó el Tour. Y ganó Carlos Sastre, uno de los favoritos (aunque no el más favorito) de los que se barajaban antes de la salida.
Me alegro por el triunfo de Carlos, creo que se lo merece y es un corredor de los que siempre ha estado allí los últimos años. Se le ve metódico, trabajador, muy profesional. Y es una persona que se hace querer, de las que no alza la voz y no dice una mala palabra a nadie. Tal vez no sea un tipo de deportista de los que enganchan con el gran público, pero entre los que seguimos el ciclismo es difícil oír a alguien al que le caiga mal.
A Carlos le ha venido el éxito tras muchos años trabajando para otros líderes en diferentes equipos. Cuando estaba en la ONCE apenas pudo brillar para sí mismo. Luego en el CSC tuvo que trabajar para Hamilton y Basso antes de tener que tomar las riendas del equipo, eso sí, siempre compartiendo galones con otros compañeros, como los hermanos Schleck.
También me gustaría destacar el gran triunfo de Óscar Freire al ganar una etapa y la general por puntos (primer español en hacerlo). Freire es otro corredor que, como Sastre, hace su trabajo día a día, se sobrepone a las lesiones, no se mete con nadie y casi sin que el gran público se lo reconozca es capaz de ganar etapas de Tour y Vuelta, tres Mundiales, y ahora este maillot verde tan codiciado por muchos esprinters.
Es una lástima que, por circunstancias ajenas a lo extrictamente deportivo, no hayan estado ni Alberto Contador ni Tom Boonen.
Con Contador el Tour 2008 hubiese sido muy diferente, porque creo que Alberto está un punto por encima de los corredores que han ocupado las primeras plazas de la general. Y con Tom Boonen en los esprints y en la pelea por el maillot verde hubiésemos visto un espectáculo grandioso y tal vez Mark Cavendish (que tiene un futuro magnífico en el ciclismo) no hubiese ganado cuatro etapas.
Sobre el Euskaltel Euskadi creo que hay que ser realistas y comprender que ganar una etapa en el Tour está muy caro, y que los dos segundos puestos de Egoi y de Samu, más la 7ª plaza de éste en la general (además de algunos destellos de otros corredores) son un botín que no está mal.
No quiero terminar este breve análisis de lo que ha sido el Tour sin elogiar el magnífico trabajo de todo el equipo CSC. Visto lo visto, no me extraña que Riis lo tuviera difícil para dejar en casa a Íñigo Cuesta (un corredor que es casi siempre un fijo en las grandes vueltas), pues no tiene que ser nada fácil elegir a nueve corredores para el Tour entre tantos corredores buenos.
He leído comentarios críticos sobre el excesivio nivel demostrado en la montaña por corredores como Cancellara o Voight. Hoy en día es fácil sospechar de todo y de todos, pero los que opinan así no entienden el trabajo de los gregarios. En la época de Armstrong, en la de Indurain, en la de Rominger, o en la de cualquier corredor que dominara una gran carrera por etapas se ha visto siempre que muchos corredores de equipo que en circunstancias normales no estarían delante en una etapa de montaña aguantan en cabeza más que muchos líderes de otros equipos. La explicación para el que entiende algo de ciclismo y ha subido puertos con los amigos, es obvia y sencilla: para Cancellara, para Voight (o para los gregarios de cada campeón) la etapa no termina bajo la línea de meta, sino que termina sencillamente cuando no pueden más. Y la diferencia entre tener que disputar una etapa, o simplemente ir a tope hasta que no puedes más es abismal. Y no sólo físicamente, sino mentalmente. Por eso la vida deportiva de los gregarios suele ser más longeva que la de los corredores ganadores, que son siempre líderes de sus equipos.
En fin. Siempre habrá malpensados.
A ver si ahora Contador gana la Vuelta, Freire gana su cuarto Mundial, y Samu gana la Clásica de San Sebastián.
Seguiremos atentos a las carreras.