Sí, era un capullo arrogante
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=OoRcCvWy7b4
Cuando Armstrong dominaba el Tour fui cogiéndole un poco de manía por su chulería y algunos gestos que tenía con los que no le caían bien. Lo acaba de confesar él mismo. Sí, en aquellos años me parecía un capullo arrogante, y lo era.
Cuando se retiró ya me caía un poco mejor. Me parecía el más profesional de todos los grandes ciclistas de su época. Ya se decía entonces que lo que Lance había conseguido era un método infalible de doparse sin que le pillaran, y más o menos todo el mundo aceptaba que todos los grandes de la época tomaban las mismas cosas. Por lo tanto, si Lance ganaba es que era el mejor de todos.
No sé si eso era cierto. Jan Ullrich siempre me pareció el más fuerte físicamente de los ciclistas de esos años. Ullrich se vio envuelto en la Operación Puerto, ese engendro chapucero de limpiar el deporte en España que solo sirvió para cargarse la carrera de muchos ciclistas pero que no solucionó nada y dejó todo a medio hacer (¿Qué fue de las decenas de bolsas de sangre que no eran de ciclistas?). Pero no estoy seguro de que si Ullrich hubiera tomado lo mismo exactamente que Lance (o un poco más) hubiera ganado esos Tours en los que quedó segundo.
Porque, no lo olvidemos, Lance no ganó los Tours porque iba más dopado que los demás. Eso puede servir para ganar uno (como Riis). Pero dominar una carrera tan complicada durante siete años no es solo cuestión de tener una ventaja física ante los demás (que para Lance no era ventaja, como ha confesado, sino ponerse en igualdad de condiciones), sino de tener el mejor equipo, saber elegir la mejor estrategia, ser el más listo en muchas ocasiones, saber dónde atacar y dónde no para ahorrar fuerzas, tener una increíble suerte durante siete años,... En fin, que hay que ser el mejor en todo para ganar el Tour siete años seguidos y hay que ser muy profesional para entrenar perfectamente durante todo esos años. Cuando Lance terminaba un Tour ya estaba preparando el siguiente, viendo dónde habían fallado, viendo qué podían mejorar, experimentando con nuevas tecnologías para las bicicletas, la ropa, todo.
No basta con ser el más fuerte. Cuando Fignon perdió el Tour'89 ante Lemond por 8 segundos el último día de montaña se sentía muy fuerte y a punto estuvo de lanzar un ataque de lejos, algo que seguramente le hubiese supuesto más ventaja sobre Lemond y hubiera ganado el Tour. Pero Fignon y su director Guimard decidieron no atacar. Era el más fuerte, pero perdió.
Hay detalles, anécdotas, que muestran hasta qué punto Lance y su equipo eran profesionales y detallistas.
Viendo las etapas pirenaicas las semanas previas a uno de sus Tours, el US Postal coincidió con el T-Mobile en la misma zona y Lance quedó con sus compañeros para subir temprano al día siguiente uno de los finales en alto que les quedaba por reconocer y así al bajarlo se cruzarían con los alemanes, y cuando estos bajaran el puerto Lance y sus chicos habían quedado en subirlo otra vez, para impresionarles y hacer un poco de guerra psicológica.
Pero resulta que al bajar no vieron a los del T-Mobile por ningún lado. Sabían que no lo había subido esa semana, por lo tanto estaban convencidos de que lo subirían ese día, pues era su último día en la zona antes de ir a una carrera importante.
Uno de los compañeros de Lance comentó que ya se podían ir al Hotel, pero Lance dijo que no, que habían dicho que lo subirían dos veces y así lo hicieron. Luego se enteraron de que el T-Mobile se había marchado pronto para no perder un vuelo.
Ésa era una de las diferencias. Mientras Ullrich era capaz de marcharse sin reconocer una de las subidas más importantes de ese Tour, Lance la subió dos veces.
Sí. Ullrich era un portento físico, pero el cerebro de Armstrong era mucho más fuerte y mucho más ágil, y capaz de aguantar lo que otros no aguantaban, tanto en los entrenos como en las carreras.
Cuando en 2009 Lance regresó al Tour ya no me parecía un chulo arrogante. Ya estaba mucho más suave con los medios y ya hasta me caía simpático. Su tercer puesto en París me pareció un logro deportivo fantástico tras dos años parado. Casi más que sus victorias. Sí, ya sé que logró el tercer puesto por llevar la carrera bloqueada mucho tiempo, pero solo alguien como Armstrong era capaz de hacerlo.
Viendo la entrevista de Lance con Oprah Winfrey creo que ha hecho lo mejor. Podía haber callado y dejar para siempre la pequeña duda de si era cierto o no lo que se decía de él. Pero así, confesando y mostrando arrepentimiento y diciendo a todo el mundo que antes él era un chulo arrogante, ha dado un paso importante para que el ciclismo aclare de una vez y para siempre aquellos años oscuros en los que era muy difícil ganar si no ibas dopado.
El mismo Fignon en su libro "Éramos jóvenes e inconscientes" (en castellano lo tenéis en
Cultura Ciclista) confiesa el dopaje que había en sus tiempos, y al que él recurrió en algunas ocasiones. Pero dice que todo cambió con la llegada de la EPO, un producto que daba una ventaja hasta entonces desconocida y que no se podía detectar, o sea, una invitación a tomarlo. A partir de ahí, dice Fignon, el que ganaba no tenía por qué ser el mejor, y pone el ejemplo de Bjarne Riis, que ganó el Tour.
Ojalá confesaran todos como lo ha hecho Armstrong. Ciclistas y otros deportistas, que parece que para muchos solo hay dopaje en el ciclismo. Ya que estamos de revisión, pues a revisar todo el deporte a lo largo de la historia.
Sí, Lance era un capullo y un chulo arrogante, y es culpable de muchas de las cosas de las que le acusan. Pero, como dicen algunos (
http://www.biolaster.com/blog-ciclismo/649) Lance también es una victima de su época. Una víctima que ganó mucho dinero y que se enfrentó a muchos inocentes.
Otras víctimas también ganaron dinero y han salido más airosas de esos años. Bueno, es normal que se cebaran en investigar a Armstrong, él era el más poderoso y él mismo reconoce que le parece normal que hayan ido a por él.
Para terminar quedémonos con lo positivo. Lance se ha mostrado arrepentido y se ha portado como un caballero al no acusar a nadie de sus faltas y de sus errores. Tampoco la entrevista con Oprah era el lugar para contar lo que sabe. Estoy seguro de que lo contará ante quienes tenga que hacerlo. Lance es un tipo duro, y creo que ha tenido que ser difícil para él decir delante de todo el mundo, de sus hijos, que ha sido un tramposo y un mentiroso. Tampoco hay que olvidar que cualquier otro, con todo el dinero y el poder que ganó, podía haberse dedicado a ser un rico egoista y sin embargo Lance creó su fundación Livestrong con la que ha ayudado a muchísima gente. Y por último, creó que éste va a ser el punto de inflexión en cuanto a la imagen del ciclismo. Ya más bajo no se puede caer ante el público en general. Lance ha abierto de par en par una puerta, la de la confesión, que ya habían entreabierto otros. Pero todo lo que hace Lance tiene mil veces más repercusión, así que espero que ya confiesen los que tengan algo que confesar y a partir de aquí la imagen del deporte más bello del mundo remonte de nuevo.