miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ganar 7 Tours es fácil


Vale, vale. No sigáis. Lo mismo me dijeron mis amigos tras oír de mis labios esta frase después de tomar unos vinos el lunes.
Y no, la frase no la dije porque estuviera un poco borracho, que también, si no porque en realidad creo que es la verdad.
Pero dejad que me explique antes de que sigáis pensando que estoy todavía borracho.
Por supuesto que ganar 7 Tours es casi imposible. Ganar un solo Tour ya es muy difícil, y la prueba es que hay muchos corredores buenísimos que nunca han ganado el Tour pese a haberlo intentado año tras año.
Pero después de haber ganado un Tour, si un corredor vuelve a ganar por segundo año la carrera, y si es al año siguiente mejor, a partir de ahí, los demás corredores le tienen un respeto especial que no tienen con otros corredores, por muy buenos que sean.
Y así, si en su tercer intento logran imponerse en la primera etapa de montaña o en la primera contrareloj dura (en la que sean especialistas y sin perder tiempo en la otra), es casi seguro que nadie se atreva a atacarles de verdad en las siguientes etapas, y que los demás corredores empiecen a pensar en mantener su segundo o tercer puesto más que a optar a desbancarle.
Y así, resulta que el tercer Tour y los siguientes se les hace más fácil de ganar que los dos primeros para esos corredores privilegiados que pueden optar a ganar más de un Tour, porque a la primera demostración de que están al 100% los demás corredores ven poco menos que imposible el desbancarles y se rinden de antemano a intentarlo.
Si vemos los Tours de Indurain y de Armstrong vemos que, más o menos, es lo que pasó. Por supuesto siempre deben contar con que la mala suerte no les visite en forma de caídas o averías en momentos inoportunos, o que no se pongan enfermos.

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