viernes, 28 de agosto de 2009
El corrector del Word no lo corrige todo
Perdonad que hoy me salga la vena docente (es otra de mis facetas profesionales como os comenté en un post anterior -El pasado regresa, la vida es un círculo-) pero cada vez me cuesta más encontrar una revista (a veces incluso un libro) sin que me salte el ojo detrás de multitud de faltas de ortografía y gramática.
Ya sé que la mayoría de los artículos y reportajes de la casi totalidad de revistas están escritos por colaboradores que no viven de ello y por lo tanto no les puedo exigir a ellos la responsabilidad de escribir sus textos sin una sola falta. Pero hay muchos textos escritos por periodistas y, además, el director de la revista (la que sea) suele ser periodista, y a éstos sí se le puede exigir un poco más de profesionalidad.
La herramienta de trabajo principal de casi todos los periodistas es el lenguaje (la de otros la cámara de fotos o de video), ya sea hablado y escrito, y un profesional que se precie debe dedicar un tiempo a saber escribir con la celeridad que a veces la profesión demanda sabiendo que se ha escrito bien hasta el último acento.
Por supuesto, nadie está libre de una errata o de una falta por tener que cerrar un texto de forma rápida, pero el caso es que la mayoría de los textos en los que se ven faltas son en revistas mensuales o bimensuales en los que hay, creo yo, tiempo de sobra para corregir, ya sea el autor o el director de la revista.
Pero bueno. Parece que hoy en día se exige menos en todo, y sobre todo en el tema de la ortografía, y los estudiantes de 5º curso de una carrera universitaria (la que sea) que son capaces de hacer un examen o un trabajo escrito correctamente son una minoría.
Bueno, os copio aquí, por si me lee alguien de los que escribe de vez en cuando en algún medio, las faltas más comunes que leo y que son fáciles de evitar con un poco cuidado.
Y no os fiéis siempre del corrector del Word, que no lo corrije todo.
Este / Éste: Respecto al uso de la tilde diacrítica (la utilizada para distinguir dos palabras con significado diferente pero escritas igual) en los demostrativos este, ese, aquel, con sus femeninos y plurales, hay que señalar que pueden llevar tilde cuando funcionan como pronombres, es decir, cuando sustituyen a un nombre. Ejemplo: Aquéllos que aprobaron que se vayan (por aquellos estudiantes). Pero si determinan un nombre, es decir, si se escriben junto al nombre, no deben llevar tilde. Ejemplo: Aquellos estudiantes que aprobaron que se vayan. Según las normas de la Ortografía de 1999, sólo tienen que llevar tilde obligatoriamente cuando hay riesgo de anfibología, es decir, cuando la frase puede tener significado ambiguo. Ejemplo: Dijo que aquella mañana vendría (por la mañana de ese día), o Dijo que aquélla mañana vendría (por aquella mujer).
Cuando Este hace referencia al punto cardinal va en mayúsculas y sin tilde.
Solo / Sólo: Esta palabra puede funcionar como adjetivo, ejemplo A Tomás le gusta estar solo, en cuyo caso nunca lleva tilde, o como adverbio, ejemplo Sólo tomaremos fruta, en cuyo caso puede llevar tilde. Según la Ortografía de 1999, únicamente debe llevar tilde de forma obligada en su forma adverbial cuando haya riesgo de ambigüedad, ejemplo: Estaré aquí sólo mañana (por el día), o Estaré aquí solo mañana (en soledad). Como norma sirve decir que cuando se puede reemplazar por solamente se puede escribir con tilde y cuando se puede reemplazar por sola entonces no debe llevar tilde.
Aún / Aun: Aún tiene el significado de todavía, y aun tiene el significado de incluso. Ejemplos: Aún no sé quién vendrá conmigo, y Me has fallado, aun así te daré otra oportunidad.
Sé / se; dé / de: Sé y dé llevan tilde diacrítica cuando corresponden a los verbos saber y dar. Ejemplo: Ya sé que se me ha caído el boli. Que te dé lo que te prometió antes de irse.
Más / mas: Más es adverbio de cantidad. Mas es conjunción adversativa que significa pero. Ejemplos: Dame más papeles. Te disculpaste, mas no es suficiente.
Tú / tu: Tú es pronombre personal, y tu es adjetivo posesivo. Ejemplo: Tú ya lo hiciste ayer. Tu casa está lejos de aquí.
Él / el: Él es pronombre personal. El es artículo. Ejemplo: Él siempre tiene razón. El pájaro es bonito.
Mí / mi: Mí es pronombre personal. Mi es adjetivo posesivo y el nombre de una nota musical. Ejemplo: A mí me duele el pie. Mi casa se quemó.
Sí / Si: Sí lleva tilde cuando es adverbio de afirmación o un pronombre reflexivo. No lo lleva cuando es conjunción condicional, o cuando es el nombre de una nota musical. Ejemplos: Él sí te dio las llaves. La atrajo hacia sí con fuerza. Si vienes llámame.
Acentuación de mayúsculas: Las mayúscula se deben acentuar siempre, igual que las minúsculas. La RAE nunca ha establecido una regla en sentido contrario.
Acentuación en oraciones interrogativas indirectas:
En interrogaciones, admiraciones o expresiones de carácter dubitativo (también en oraciones que presenten un matiz interrogativo o dubitativo, aunque no existan signos de puntuación o admiración), se acentúan. Si no es así no se acentúan.
Cómo / como: ¡Cómo que no!; Me pregunto cómo habrá venido.; No sé dónde vive.; Soy como tú, un optimista.
Cuál / cual: Ésa es la habitación en la cual estuvieron; ¿Cuál es el tuyo?
Quién / quien: ¿Quién lo ha dicho?; ¡Quién pudiera estar ahí!; Quien sea feliz que lo diga.
Qué / que: Pídele lo que te debe; No sé qué hacer.; ¡Qué bonito!; Que te diga la verdad. ¡Que te calles!
Dónde / donde: ¡Dónde fuiste a pedir dinero, hombre!; No sé dónde está.; Donde quiera que esté que sea feliz.
Cuándo / cuando: Hazlo cuando tengas tiempo.; ¿Cuándo vienes?; Cuando quieras hablamos.
Cuánto, Cuán / cuanto / cuan: No te imaginas cuán ridículo estás.; ¿Cuántas cosas has traído?; Cuanto más chillan más disfruta.;
El hecho de que tales palabras vayan en una oración interrogativa o exclamativa no significa que tengan sentido exclamativo o interrogativo. Si no lo tienen, no deben llevar tilde: Ejemplos: ¿Eres tú quien lo ha hecho? (la pregunta se refiere a tú). ¡Vendrás cuando te lo diga! ¡Que te estés quieto! ¡Que te vaya bien!
Palabras que se escriben mal a menudo:
Porqué / porque / por qué / por que: "Porqué" es un sustantivo (Se negó a confesar el porqué); "porque" es una conjunción (Me preocupo porque tardas); "por qué" es preposición y pronombre interrogativo (¿Por qué no vienes ya?); y "por que" es preposición y pronombre relativo (El amigo por que te interesabas está bien).
Si no / sino: En el primer caso es conjunción más adverbio y en el segundo puede ser una conjunción o un sinónimo de "destino". Ejemplos: Si no vienes, avisa.; No hace calor sino frío.; Ése es tu sino.
*Meteorología / meteorología: Meteorología es la ciencia que estudia la atmósfera y los meteoros (los fenómenos que suceden en ella) y no los *metereos.
Climatología / Meteorología: La Climatología es la ciencia que estudia los climas, que son las características meteorológicas de un lugar a lo largo del año. Se habla de clima continental, clima oceánico, etc. Por ello es incorrecto decir La adversa climatología hizo suspender la carrera. En este caso lo correcto es decir El tiempo adverso hizo suspender la carrera.
*Preveer / prever: No hay que confundir *Preveer con Prever, ni con Proveer. Prever es ver con anticipación, anticiparse, y se debe conjugar como el verbo ver, por lo que se debe decir previendo, en lugar de *preveyendo, por ejemplo.
"Puntual" por "concreto, determinado": Es un error muy frecuente decir o escribir "puntual" con el significado de "concreto", "determinado". "Puntual", según el diccionario, significa "relativo al punto" o "exacto, diligente", y trae como ejemplo Tú siempre llegas puntual y yo tarde. Por lo tanto no es correcto decir: Éste es un asunto puntual.
*Absorver / Absorber: Absorber viene de sorbo y no de *sorvo.
Construcciones erróneas:
*Han habido tres heridos / Ha habido tres heridos: En este caso "tres heridos" no es el sujeto del verbo haber, sino el complemento directo. El verbo haber es impersonal y no puede ir en plural en concordancia con el objeto directo. Por lo tanto es erróneo decir o escribir hubieron muchos abandonos o habían muchas flores.
Dequeísmo: Este error muy habitual consiste en escribir (o decir) "de que" cuando el verbo no lo demanda. Por ejemplo es incorrecto decir pienso de que... o creo de que... Estos verbos no llevan preposición, por lo que hay que decir pienso que... o creo que... Una forma de no caer en este error es ver si se puede decir "pienso de algo" o "pienso algo". En este caso, por ejemplo, la primera forma no es posible por lo que el verbo no rige preposición "de".
Adequeísmo: Por intentar corregir el error anterior se cae en la ultracorrección y se suprime la preposición "de" cuando hace falta. Por ejemplo es incorrecto decir o escribir antes que venga o me he dado cuenta que te falta un zapato. Hay que decir antes de que venga o me he dado cuenta de que te falta un zapato. Se puede señalar lo mismo que en el caso anterior, ver si se puede decir "antes de algo" o "antes algo", o "darse cuenta de algo" o "darse cuenta algo".
"Advertir de que" y "Advertir que": El verbo advertir rige preposición de dependiendo del significado que tenga. Cuando significa "darse cuenta de algo" no rige la preposición de, como en el siguiente ejemplo: He advertido que tienes una mancha en tu camisa. Si tiene el significado de advertencia o aviso, entonces sí rige preposición de. Ejemplo: El presidente advirtió a la oposición de que tomaría medidas al respecto.
*Etc... / Etc.: La expresión "etcétera" significa "las demás cosas". Cuando se escribe la abreviatura de etcétera, como en todas las abreviaturas, sólo debe llevar un punto. Por tanto es incorrecto escribir "Etc...", y más aún escribir "Etc... Etc... Etc...". Si se escriben puntos suspensivos (que deben ser 3) entonces no se escribe etcétera, y viceversa, ya que los puntos suspensivos sustituiría a "etc.".
"Deber de + infinitivo" y "Deber + infinitivo": En el primer caso indica probabilidad y en el segundo caso indica obligatoriedad. Ejemplo: Debe de llegar a las 5 significa que probablemente llegue a esa hora, pero Debe llegar a las 5 significa que tiene que llegar a esa hora.
*Décimo primero y *Décimo segundo": Lo correcto es "undécimo" y "duodécimo".
Pié / pie: la palabra "pie", referida a la extremidad inferior, es monosílaba, y como tal no lleva acento. Si escribimos "píe" o "pié" son formas verbales del verbo "Piar".
ó / o: La conjunción disyuntiva "o" sólo lleva tilde cuando va entre dos cifras. Ejemplos: "Tendrá 1 ó 2 años"; "Estarán 10 o más personas"; "Yo sé si vendrá o no".
lunes, 24 de agosto de 2009
Las 24 Horas de Le Mans en bici
Hace tiempo que no subía aquí noticias de Julián Sanz, nuestro corredor de ultramaratones ciclistas. Este año participó de nuevo en la RAAM, pero sin mucha suerte pues se tuvo que retirar por problemas físicos.
Ahora acaba de terminar su nueva aventura en las "24 horas de Le Mans" en bici. Os subo las fotos que me ha pasado y el resumen de su participación. ¡Aupa Julián!
5º Puesto de Julián Sanz en las 25 horas de Le Mans.
750Km no fueron suficientes.
Las previsiones de tener que realizar 800 km para lograr el puesto de honor en Le Mans se quedaron cortos, teniendo en cuenta los cerca de 900 km que logró el francés Sebastien Bertholet, que preparó al detalle su competición, dejando atrás al también ciclista profesional de ultrafondo, el austriaco Chistoph Strasser, que a priori contaban junto con Julián Sanz a los primeros puestos.
Una vez se llegó a la hora 20 de carrera los puestos quedaron estables y no se moverían hasta la hora 24 de carrera, donde Julián Sanz lograría esta 5º posición con 750 km una media de 31,2 km/h y que alcanzó en la hora 14 a ser de hasta de 35 km/h.
Pueden disfrutar del espectáculo de la salida de SOLO y equipos de 2 en este vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=klFsCoc9Bao
Ahora acaba de terminar su nueva aventura en las "24 horas de Le Mans" en bici. Os subo las fotos que me ha pasado y el resumen de su participación. ¡Aupa Julián!
5º Puesto de Julián Sanz en las 25 horas de Le Mans.
750Km no fueron suficientes.
Las previsiones de tener que realizar 800 km para lograr el puesto de honor en Le Mans se quedaron cortos, teniendo en cuenta los cerca de 900 km que logró el francés Sebastien Bertholet, que preparó al detalle su competición, dejando atrás al también ciclista profesional de ultrafondo, el austriaco Chistoph Strasser, que a priori contaban junto con Julián Sanz a los primeros puestos.
Una vez se llegó a la hora 20 de carrera los puestos quedaron estables y no se moverían hasta la hora 24 de carrera, donde Julián Sanz lograría esta 5º posición con 750 km una media de 31,2 km/h y que alcanzó en la hora 14 a ser de hasta de 35 km/h.
Pueden disfrutar del espectáculo de la salida de SOLO y equipos de 2 en este vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=klFsCoc9Bao
lunes, 10 de agosto de 2009
Al menos disfrutar
Os subo hoy mi última colaboración para la revista "Pedalier".
AL MENOS DISFRUTAR
Casualidades de la vida, durante la última Vuelta Ciclista al País Vasco coincidí en un bar de Zalla con tres corredores italianos del Lampre. Yo me metí para tomar un bocadillo y un café, mientras me refugiaba de la lluvia y veía el final de la etapa por la tele tras haber seguido la etapa en coche desde la salida. Ellos se habían retirado al primer paso por meta (era la última etapa en línea y resultó muy dura por la lluvia y el recorrido) y se estaban recuperando tomando una cervecita (ya sabéis lo de que si una es buena...).
De repente uno de los corredores, el más veterano, habló con la camarera y ésta sacó una botella de “txakoli” de la zona y le sirvió una copa. Entonces me di cuenta de que este corredor, que hablaba castellano como si fuera de Madrid en lugar de italiano, no era otro sino Marzio Bruseghin.
Marzio es un corredor singular. Le gustan los buenos vinos y le gustan los burros, además de gustarle sus Dolomitas queridos.
Como quien no quiere la cosa, allí estaba yo hablando con él de ciclismo y de otras cosas. Un buen lugar para hablar de estos temas, un bar del País Vasco, a pocos metros de la meta de una carrera importante, rodeados de gente, y Marzio, siguiendo las recomendaciones de su compañero de equipo Patxi Vila, saboreando el “txakoli” de Bizkaia, mientras me recomendaba lugares para disfrutar de los Dolomitas.
La conversación pasó por la situación actual del ciclismo profesional, y me comentó que ahora no son buenos tiempos para los ciclistas, que se gana menos dinero que antes y que su imagen es peor, algo que los dos lamentamos.
Y en éstas, Marzio me dijo que en Italia hay un dicho que más o menos dice así: si un negocio no te da dinero, por lo menos que te permita disfrutar. Y en ello andaba el bueno de Marzio con la copa fresquita del “txakoli” en la mano mientras miraba la carrera por la tele.
Disfrutar. Tienen razón los italianos, y más en estos tiempos de crisis.
En nuestro mundo de las bicicletas, seguro que son muchos los que están notando estos tiempos extraños. Fabricantes, vendedores, talleres, ciclistas profesionales, auxiliares de equipos, periodistas, editores de revistas, organizadores de eventos o de viajes,... Quien más, quien menos, pocos son los que no notan que algo se ralentiza en este sector. Y es en estos momentos cuando esa filosofía italiana que me transmitió una persona reflexiva como Marzio cobra una importancia capital.
Quiero añadir aquí al dicho italiano una enseñanza que leí hace poco en un libro sobre los valores del liderazgo: incluso en los peores momentos, o más aún, en los peores momentos, es importante cuidar de nosotros mismos, pues mantener nuestra salud y nuestro equilibrio emocional hará que estemos al cien por cien cuando lo necesitemos, en lugar de estar al setenta por cien en todo momento.
No sé si a vosotros os pasará lo mismo, pero yo he tenido muchas veces mis mejores ideas y he solucionado muchas veces problemas complicados en mi vida personal o profesional mientras me daba una vuelta en bici yo solo. Por ello, si estáis con problemas en vuestro trabajo os será de gran utilidad el sacar un poco de tiempo (sirve con una hora o poco más) para coger la bici y dar una vuelta, que puede ser un paseo o una salida corta pero intensa. Vuestro negocio o vuestras labores no se van a ir al traste porque faltéis un rato, y es probable que al volver notéis una energía renovada o se os haya ocurrido alguna idea para dar un revulsivo a vuestra empresa, o a vuestra tienda, o para encontrar una solución a eso que os rondaba por la cabeza toda la semana.
¿De qué nos sirve lamentarnos de lo mal que van las cosas mientras damos vueltas en la cabeza todo el rato al mismo problema sin encontrar una solución porque nuestro cerebro está cada vez más espeso y es incapaz de pensar diferente? Puede que las cosas vayan mal porque la situación actual hace imposible que vayan mejor, pero si dentro de la seriedad con la que debemos afrontar nuestras obligaciones logramos sacar algo de tiempo para mantenernos en forma y para disfrutar de nuestro trabajo, eso que tenemos ganado. Muchas veces el ver las cosas con mejor actitud hace que las cosas vayan mejor.
Por ello hagamos como Marzio y busquemos lo positivo de las situaciones difíciles. Seguramente hay muchos compañeros de pelotón del italiano que no hace más que lamentarse de lo mal que está el ciclismo. Irán a las carreras y en el Hotel sólo hablarán con el masajista para quejarse de todo, no tendrán ganas de dar una vuelta por la ciudad en la que les toque dormir, y al llegar a casa saldrán a entrenar porque es su trabajo y no saben hacer otra cosa. Pero hay muchos que hacen como Marzio y disfrutan de los vinos y la gastronomía de cada sitio (por supuesto con mesura) y mientras disputan una etapa sacan un momento para mirar el paisaje por donde pedalean. Y luego, cuando salen a entrenar, disfrutan de poder cobrar por andar en bici, que es lo que más les ha gustado hacer desde que eran chavales.
Nosotros podemos hacer los mismo. Podemos seguir agobiados y malhumorados todo el día, o podemos pensar en positivo y decidir parar un momento para relajarnos y despejar la mente.
Tal vez no sean estos los mejores momentos para ganar dinero, pero podemos seguir disfrutando. ¿Qué elegimos?
AL MENOS DISFRUTAR
Casualidades de la vida, durante la última Vuelta Ciclista al País Vasco coincidí en un bar de Zalla con tres corredores italianos del Lampre. Yo me metí para tomar un bocadillo y un café, mientras me refugiaba de la lluvia y veía el final de la etapa por la tele tras haber seguido la etapa en coche desde la salida. Ellos se habían retirado al primer paso por meta (era la última etapa en línea y resultó muy dura por la lluvia y el recorrido) y se estaban recuperando tomando una cervecita (ya sabéis lo de que si una es buena...).
De repente uno de los corredores, el más veterano, habló con la camarera y ésta sacó una botella de “txakoli” de la zona y le sirvió una copa. Entonces me di cuenta de que este corredor, que hablaba castellano como si fuera de Madrid en lugar de italiano, no era otro sino Marzio Bruseghin.
Marzio es un corredor singular. Le gustan los buenos vinos y le gustan los burros, además de gustarle sus Dolomitas queridos.
Como quien no quiere la cosa, allí estaba yo hablando con él de ciclismo y de otras cosas. Un buen lugar para hablar de estos temas, un bar del País Vasco, a pocos metros de la meta de una carrera importante, rodeados de gente, y Marzio, siguiendo las recomendaciones de su compañero de equipo Patxi Vila, saboreando el “txakoli” de Bizkaia, mientras me recomendaba lugares para disfrutar de los Dolomitas.
La conversación pasó por la situación actual del ciclismo profesional, y me comentó que ahora no son buenos tiempos para los ciclistas, que se gana menos dinero que antes y que su imagen es peor, algo que los dos lamentamos.
Y en éstas, Marzio me dijo que en Italia hay un dicho que más o menos dice así: si un negocio no te da dinero, por lo menos que te permita disfrutar. Y en ello andaba el bueno de Marzio con la copa fresquita del “txakoli” en la mano mientras miraba la carrera por la tele.
Disfrutar. Tienen razón los italianos, y más en estos tiempos de crisis.
En nuestro mundo de las bicicletas, seguro que son muchos los que están notando estos tiempos extraños. Fabricantes, vendedores, talleres, ciclistas profesionales, auxiliares de equipos, periodistas, editores de revistas, organizadores de eventos o de viajes,... Quien más, quien menos, pocos son los que no notan que algo se ralentiza en este sector. Y es en estos momentos cuando esa filosofía italiana que me transmitió una persona reflexiva como Marzio cobra una importancia capital.
Quiero añadir aquí al dicho italiano una enseñanza que leí hace poco en un libro sobre los valores del liderazgo: incluso en los peores momentos, o más aún, en los peores momentos, es importante cuidar de nosotros mismos, pues mantener nuestra salud y nuestro equilibrio emocional hará que estemos al cien por cien cuando lo necesitemos, en lugar de estar al setenta por cien en todo momento.
No sé si a vosotros os pasará lo mismo, pero yo he tenido muchas veces mis mejores ideas y he solucionado muchas veces problemas complicados en mi vida personal o profesional mientras me daba una vuelta en bici yo solo. Por ello, si estáis con problemas en vuestro trabajo os será de gran utilidad el sacar un poco de tiempo (sirve con una hora o poco más) para coger la bici y dar una vuelta, que puede ser un paseo o una salida corta pero intensa. Vuestro negocio o vuestras labores no se van a ir al traste porque faltéis un rato, y es probable que al volver notéis una energía renovada o se os haya ocurrido alguna idea para dar un revulsivo a vuestra empresa, o a vuestra tienda, o para encontrar una solución a eso que os rondaba por la cabeza toda la semana.
¿De qué nos sirve lamentarnos de lo mal que van las cosas mientras damos vueltas en la cabeza todo el rato al mismo problema sin encontrar una solución porque nuestro cerebro está cada vez más espeso y es incapaz de pensar diferente? Puede que las cosas vayan mal porque la situación actual hace imposible que vayan mejor, pero si dentro de la seriedad con la que debemos afrontar nuestras obligaciones logramos sacar algo de tiempo para mantenernos en forma y para disfrutar de nuestro trabajo, eso que tenemos ganado. Muchas veces el ver las cosas con mejor actitud hace que las cosas vayan mejor.
Por ello hagamos como Marzio y busquemos lo positivo de las situaciones difíciles. Seguramente hay muchos compañeros de pelotón del italiano que no hace más que lamentarse de lo mal que está el ciclismo. Irán a las carreras y en el Hotel sólo hablarán con el masajista para quejarse de todo, no tendrán ganas de dar una vuelta por la ciudad en la que les toque dormir, y al llegar a casa saldrán a entrenar porque es su trabajo y no saben hacer otra cosa. Pero hay muchos que hacen como Marzio y disfrutan de los vinos y la gastronomía de cada sitio (por supuesto con mesura) y mientras disputan una etapa sacan un momento para mirar el paisaje por donde pedalean. Y luego, cuando salen a entrenar, disfrutan de poder cobrar por andar en bici, que es lo que más les ha gustado hacer desde que eran chavales.
Nosotros podemos hacer los mismo. Podemos seguir agobiados y malhumorados todo el día, o podemos pensar en positivo y decidir parar un momento para relajarnos y despejar la mente.
Tal vez no sean estos los mejores momentos para ganar dinero, pero podemos seguir disfrutando. ¿Qué elegimos?
lunes, 3 de agosto de 2009
20 años
Ayer domingo estuve viendo la "Subida a Urkiola", una bonita carrera venida a menos por mor del Pro Tour y que sirvió para que Igor Antón lograra un merecido triunfo y coja así un poco de moral para la Vuelta a España.
En la salida me encontré con mi amigo Santi, Juez Árbitro internacional, y con David Etxebarria, ex ciclista y doble ganador de etapa en el Tour de Francia.
La anécdota es que los tres somos del 23 de julio. Santi del 53, yo del 63 y David del 73. Veinte años entre el más viejo y el más joven, y diez años exactos entre Santi y yo, y entre yo y David.
PD: Acabo de ver por casualidad que Monica Lewinski es del 23 de julio de 1973, como David. A ver si quedamos con ella para sacarnos una foto todos juntos (pero no revueltos).
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