martes, 30 de agosto de 2011

Por un Mundial por equipos


Ahora que nos vamos acercando al Campeonato del Mundo de ciclismo en línea, una de mis carreras favoritas del año, me gustaría reflexionar sobre el anacronismo que supone hoy en día el correr esta carrera por selecciones de países.
Esto que viene del pasado, en mi opinión ya no tiene sentido. En primer lugar, el hecho de que los ciclistas sólo puedan correr con la selección del Estado cuya nacionalidad tienen presenta problemas políticos en aquellos casos de deportistas de naciones sin estado. Así, un vasco, un catalán, un bretón, un flamenco, etc. no pueden disputar la carrera con el maillot de la selección que quisieran. Esto supone mezclar la política con el deporte, y si lo podemos evitar, pues mejor.
Pero bueno, esto no es lo más importante para que me parezca mal hoy en día el que se corra el Mundial por selecciones.
En ciclismo profesional es un deporte individual que se corre por equipos comerciales. A los corredores les paga todo el año una marca comercial, y resulta que en el Mundial a veces deben correr contra los intereses de la marca que les paga. Y pongo un ejemplo.
Supongamos que Koldo Fernández de Larrea, el esprinter del Euskaltel-Euskadi, no fuera a correr con el Garmin en 2012 y siguiera en el equipo vasco. Koldo va a correr el Mundial con la selección española para ayudar a Óscar Freire a conseguir su cuarto Mundial. Pero todos sabemos que para cualquier equipo tener al Campeón del Mundo supone tener más puntos, ser invitado más fácilmente a las carreras importantes y poder conseguir más patrocinadores.
Para el Euskaltel-Euskadi sería muy importante tener en sus filas al Campeón del Mundo. Sin embargo Koldo va a colaborar para que el Campeón del Mundo sea Freire, quien se llevará los puntos y los patrocinadores a otro equipo, que según en qué equipo corra finalmente Freire el año que viene, podría ser que le quitara la plaza para el Tour al Euskaltel-Euskadi, por ejemplo.
Así que, si de mí dependiera, el Mundial se correría por equipos, limitando a cinco corredores por equipo para que entrara el mayor número de equipos posible y para que la carrera sea abierta.

martes, 23 de agosto de 2011

Ea-Ea 100


Ea es un pueblo de la costa de Bizkaia cuyo casco urbano principal es tan breve como su nombre, que seguro que estará entre los nombres de pueblos más cortos del mundo. Lo atraviesa un río en el que andan, que no nadan, unos patos. Además es un pueblo bastante desconocido para la mayoría de vizcaínos, porque no es un pueblo de paso a ninguna parte, es un pueblo al que se va, no por el que se pasa. Sus habitantes permanentes son pocos, aunque en verano está bastante animado. En la pronunciación del dialecto de euskera vizcaino que se habla en la zona, a Ea se le dice “Ie”. Dos vocales que se pronuncian con otras dos. Curioso.
Pero por muy poca gente que haya en Ea, no deja de ser un pueblo de Euskadi. Y como en todos los pueblos de Euskadi la afición al ciclismo es grande, y eso que para salir en bici de Ea no queda otra que subir cuestas.
Desde 1988 unos cuantos aficionados del pueblo vienen organizando la “Ea-Ea 100”, que es una excursión en bicicleta por esa zona de Bizkaia que totaliza 100 km. El recorrido es durillo pero muy bonito, pues se pasa por la margen derecha de la Ría de Mundaka (Reserva de la Biosfera de Urdaibai), viendo casi al amanecer la playa de Laga, una de las más bellas del mundo, más tarde se asciende por la bonita carretera del Balcón de Bizkaia, y luego se hace el “hamaiketako” (almuerzo de media mañana) en Nabarniz, otro pueblo al que pocos visitan.
En la edición de este verano, el 20 de agosto, fuimos unos veinte los participantes, la mayoría veraneantes y amigos (incluso un australiano residente en Gernika). Se echó en falta a las viejas glorias de Ea, los que iniciaron la tradición hace ya casi veinticinco años. El ambiente, como siempre, fue muy bueno, aunque cada año se nota que los jóvenes van subiendo el nivel y hay que apretar los dientes en más de una ocasión para seguir el grupo de cabeza en las subidas. Aunque, bien es verdad, se hacen varios reagrupamientos por lo que no hay tampoco ningún estrés entre los más lentos.
Hay que agradecer a Judith y a Eladio su seguimiento en coche, con bebidas y algo de comer. Otros años han sido dos más de la partida en la bici, pero este año prefirieron seguirnos en vehículo. Además, se encargaron de que al llegar nosotros a Nabarniz, las tortillas, el queso con membrillo y la cerveza con limón y el kalimotxo estuvieran sobre la mesa. La jornada fue muy calurosa, por lo que se agradecía el poder beber algo fresco nada más terminar la dura subida a Nabarniz.
Una vez en Ea, seguimos la tradición y todos los participantes firmamos en el libro que se ha ido guardando en un bar del pueblo desde 1988 mientras brindábamos por la agradable jornada vivida. Y el año que viene a por las bodas de plata.

viernes, 19 de agosto de 2011

La Vuelta vuelve al País Vasco


Mañana comienza una nueva edición de la Vuelta Ciclista a España, que es una de las carreras más importante de la temporada (para unos la segunda, para otros la tercera y para otros un poco más abajo dependiendo de la importancia que se les dé a las grandes Clásicas y al Mundial).
La edición de este año es especial porque en su recorrido ha vuelto a programar etapas por Euskadi (o Euskal Herria, como gustéis), algo que no pasaba desde hace varias décadas por motivos de sobra conocidos.
Algunos se empeñan en ver este retorno como una expresión de una normalidad política (que no existe desde el momento que hay partidos políticos ilegalizados y gente que se siente amenazada por sus ideas), y otros dicen que se trata de una imposición y que la carrera no es bienvenida.
Yo quiero verlo solamente desde un punto de vista deportivo y de que somos los aficionados vascos al ciclismo (mucha gente) los que hemos invitado con nuestra afición a que esta carrera, una de las mejores del mundo, regrese a Euskadi. Lo mismo que el Tour de Francia ya vino hace muchos años a Vitoria-Gasteiz en la época del KAS y en 1992 a Donostia-San Sebastián, en la época de Miguel Indurain.
Tampoco hay que olvidar que la Vuelta salió de Holanda en 2009, como lo hizo el Giro d'Italia. Esto es una expresión más de la globalización del ciclismo, como lo es el que el Tour de Francia esté estudiando su inició en una próxima edición desde EE.UU. de América. Ojalá viniera de nuevo el Tour, y el Giro y todas las grandes carreras.
Si solo viéramos el deporte desde su vertiente política (que la tiene, sin duda), los que protestan por el regreso de la Vuelta a Euskadi deberían protestar también por el hecho de que la Liga de fútbol española se juegue todos los fines de semana en Euskal Herria. O la de Liga de Baloncesto.
Yo desde aquí invito a todos los aficionados que nos sentimos vascos a ir a disfrutar de la carrera, como vamos al Tour, con la ikurriña en la mano y con nuetros gritos de ánimo para todos los corredores (y a los nuestros más). Y si gana Igor Antón...


martes, 16 de agosto de 2011

Valle de Oma


El domingo estuve de excursión con la familia en el Valle de Oma, muy cerca de Lekeitio, donde estamos en verano. Todo el entorno de este valle es simplemente espectacular. En un pequeño espacio tenemos el bosque pintado por Ibarrola, la cueva de Santimamiñe (con pinturas rupestres de un valor extraordinario), el centro de recuperación de animales de Basondo, los preciososo caseríos de Oma y todo el entorno del restaurante Lezika, donde además se come estupendamente. ¿Qué más podemos pedir?













martes, 2 de agosto de 2011

Neurinoma, last news, últimas noticias

Bueno, como hace tiempo que no os digo nada sobre mi problema con el neurinoma, os cuento las últimas noticias.
Tras la fallida operación de enero el médico me recomendó hablar con un médico de Barcelona para ver la posibilidad de hacer una nueva operación mediante el abordaje al tumor por la fosa media, esto es, abriendo la cabeza por encima de la oreja, en vez de por detrás como la otra vez.
Me han explicado que esta operación tiene algo más de riesgo que la anterior, así que tras hacerme una nueva RMN, y al ver que el tamaño del tumor es prácticamente el mismo que en noviembre pasado, hemos decidido por ahora no hacer nada. Mantendremos la vigilancia mediante resonancias y operaremos cuando veamos que es el momento.
Por ahora vida normal y a montar en bici.