Cada
vez que un escándalo relacionado con el dopaje saca de nuevo este tema a las
conversaciones entre los amigos, siempre hay alguno, o algunos, que dicen que
en el ciclismo profesional (e incluso en otras categorías) todos van dopados. Y
no lo dice gente sedentaria, para los cuales los que hacemos 200 km en bici
hacemos algo sobrehumano. Lo dice gente que lleva décadas saliendo en bici.
Un
amigo, mientras íbamos en bici hace unos días, me dijo que Eddy Merckx (y éste
se supone que sabe de lo que habla) había dicho sobre el caso Contador que si
se busca la pureza al 100% todos darían positivo.
Cuando
le contesté que flaco favor hace el gran Merckx (uno de mis ídolos) al ciclismo
al decir eso, porque presupone que todos van dopados, mi amigo me dijo pues que
claro, que todos van puestos y que yo debo creer en los Reyes Magos si pienso
que no es así.
Pues
bien. Volveré a escribir la carta a los Reyes y a echarla al buzón en
Navidades. Me niego a creer que haya un deporte (o una actividad humana, la que
sea) en la que todos los que participan sean unos tramposos y que además lo
sean conscientemente. Que alguien que no hace deporte piense que para correr un
Tour hay que doparse lo puedo entender, pero los que hacemos deporte sabemos que
con entrenamiento, un corredor profesional no tiene problemas para acabar un
Tour. Otra cosa es para disputarlo. Para eso solo valen los mejores. Pero
siempre hay alguien que es el mejor. Si todos son malos pues el menos malo es
el mejor.
Para
empezar, hay que definir lo que es dopaje y a qué se refiere Merckx con lo de
la pureza al 100%.
Mucha
gente dice que van al límite de lo permitido. Ok. Lo admito. Pero mientras no
se pase el límite no se hace nada ilegal, y a los ciclistas se les permiten
tomar muchas cosas para ayudarles en su recuperación para evitar lo lesivo de
la competición en sí misma. Pero eso no es doparse. Doparse es consumir
productos o realizar acciones (transfusiones, etc.) que las autoridades
deportivas han dicho que están prohibidas, porque aumentan artificialmente el
rendimiento y perjudican la salud. Si no cumplen las dos condiciones no es
dopaje. Por ejemplo, tomar suplementos de hierro aumenta artificialmente el
rendimiento físico, pero no es perjudicial para la persona, por lo que tomar
pastillas de hierro no es doping. Beber un litro de vino antes de una carrera
es malo para la salud, pero no aumenta el rendimiento físico. Así que si un
corredor lo quiere hacer no dará positivo (en alcohol sí) pero no creo que
nadie en su sano juicio lo hiciera.
Y no
digo que no haya tramposos en el ciclismo. Claro que los hay, como en todas las
actividades humanas. En todos los deportes hay dopaje, pero no todos los
deportistas se dopan.
Tengo
varios argumentos lógicos que me hacen pensar en que no todos los ciclistas se
dopan.
En
primer lugar, el dopaje es caro. Si alguien quiere aumentar su rendimiento
basándose en tomar productos que realmente le mejoren deportivamente debe
invertir bastante dinero, y muchos ciclistas profesionales cobran el salario
mínimo que es de unos 30.000 euros al año. Con eso no se puede comprar mucha
gasolina súper. El doping bueno, el que te mejora y es difícil de detectar solo
está al alcance de los que lo pueden pagar, y no de todo el pelotón.
En
segundo lugar, hoy en día los métodos de cazar a los que se dopan han mejorado
tanto que si alguien es sospechoso es difícil que se libre sin dar alguna vez
un positivo. Y en una carrera como el Tour se hace tantos análisis que si todos
fuesen dopados habría decenas de positivos en las tres semanas. Y en los
últimos años ha habido dos o tres positivos (Contador, Kolobnev -y éste es un
caso raro-, y no recuerdo más). Si todos se dopan, ¿por qué no hay muchos más
positivos en gente tan vigilada? Si son capaces de detectar algo en Contador,
¿cómo no son capaces de detectarlo en los demás?
En
tercer lugar, si todos se dopan en profesionales no me entra en la cabeza el
entender el proceso que lleva a un montón de chavales, cadetes, juveniles, etc.
que empiezan de forma sana en el ciclismo, hablando mal incluso de los que han
sido cazados, a pasar a ser ellos mismos los tramposos. ¿A partir de qué
momento? ¿Cuando saben que van a dar el salto? ¿Cuando pasan de juveniles a
sub-23 para mejorar y tener posibilidades de ser pros? ?¿Cuándo un chaval tiene
que decidir que a partir de ahí o se dopa a sabiendas o deja el ciclismo de
competición con idea de ser profesional?
Ya sé
que muchos piensan que en los propios equipos les "obligan" o les
"aleccionan" en el dopaje para poder competir en pros. Pero ésa me
parece una mentalidad que vienen del pasado, cuando el dopaje era más
"light" que ahora y no estaba tan mal visto por los que mandan en el
ciclismo. Uno daba positivo por un "error", tenía una sanción de tres
meses, y no pasaba nada más. El ciclismo necesita los patrocinadores grandes, y
hoy en día mucho más que antes. Y los patrocinadores necesitan un ciclismo
creíble, si no se marchan a otro deporte. Los nuevos equipos grandes (Sky,
Leopard, etc.) son mucho más beligerantes con el dopaje que los equipos de
antes. No puedo creer que el banco Rabobank, por ejemplo, que no es
patrocinador, sino que es dueño del equipo profesional, y de muchos equipos de
todas las categorías, y que realiza una labor social en Holanda que ya nos
gustaría aquí y en muchas partes, consienta que en su equipo pro haya un dopaje
organizado. El dopaje mata al ciclismo, porque ahuyenta al gran público y a los
grandes patrocinadores, y eso los equipos de hoy en día lo deben tener claro,
si no lo tienen ya.
Tampoco
me parece lógico que si todos van dopados, luego muchos de estos ciclistas, al
retirarse tras muchos años de profesionales, sigan siendo deportistas,
cuidándose, entrenándose y compitiendo en pruebas populares (maratones,
triatlones, mountain bike, etc.) a un buen nivel. Si realmente han estado
dopándose tantos años deberían tener un cuerpo destrozado y no deberían ser
capaces de mantener ese nivel deportivo que cada vez más exciclistas nos
demuestran en pruebas en las que no ganan dinero.
En fin.
Tampoco puedo entender que haya gente convencida de que todos los ciclistas
profesionales se dopan y siga gustándoles el ciclismo profesional. A mí me
gusta el ciclismo, me apasiona, y creo que las hazañas que veo a los ciclistas
son fruto de su sacrificio y de su calidad como deportistas. Yo sé lo que
cuesta subir muchos puertos seguidos en etapas de más de 300 km, porque yo
mismo he participado en marchas así (como la Luchon Bayona). Y sé que si yo,
que soy un globero de tres al cuarto, soy capaz de hacer eso, un ciclista joven,
que es de los mejores del mundo y que ha pasado por una cruel selección natural
desde que era cadete hasta llegar a ser el líder de un equipo profesional, que
solo vive para el ciclismo 24 horas al día, con los mejores entrenadores,
masajistas, médicos y un gran equipo de personas detrás para que consiga su
100%, ¿cómo no va a ser posible que haga lo mismo que yo pero al doble de
velocidad?
Quizás
yo crea en los Reyes Magos. Aunque tal vez piense el ladrón que todos son de su
condición.
1 comentario:
No sé si el exámen minucioso que le hicieron a Contador, también se lo practicaron a los demás ciclistas, porque en el fondo es lo que quizo decir Merck.
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