domingo, 25 de julio de 2010
Un análisis del Tour de Francia
Bueno. Ya se ha acabado otro Tour (cuando escribo esto sólo queda la etapa de París), el Tour del Centanario de los Pirineos, de la alta montaña.
Ha sido un Tour bonito, porque todos los Tours son bonitos aunque unos sean más disputados que otros, pero ha sido una lástima que la igualdad entre Andy Schleck y Alberto Contador haya hecho que sus ataques hayan sido muy medidos, casi con cuentagotas, pero es normal, porque si sabes que tu contrincante es tan bueno como tú es muy arriesgado atacarle muchas veces, ya que puedes perder más que ganar. Finalmente ha ganado el madrileño, aunque la sensación que ha dado Andy es que el año que viene Contador lo va a tener más difícil que este año para batirle. Y eso que este año Contador no ha ganado con la "facilidad" de los años anteriores que ganó. Es cierto que en 2007 y en 2009 no lo tuvo fácil para ganar, ya que ganar cualquier Tour es complicado, pero en sus dos anteriores victorias la sensación que daba era de mayor poderío que los rivales. Pero este año el pequeño de los Schleck ha subido al nivel de Contador, y no sólo en las cuestas, si no que en la crono ha demostrado una gran progresión. El Tour de 2011 se presenta apasionante.
Por otra parte, el último Tour de Lance Armstrong no ha sido el final feliz para la película de la vida del corredor americano. Él decía que llegaba al Tour más fuerte que en 2009, y yo le creo. Pero entre las caídas y el hecho de que los jóvenes han demostrado más nivel que el año pasado, Lance ha terminado el Tour de forma un poco oscura, salvo por el brillo que le dio al meterse en la escapada de la etapa del Centenario de la Luchon Bayona. Pasar en el grupo cabecero todos los puertos del Círculo de la Muerte fue una bonita manera de dejar el ciclismo.
Por cierto, en los dos años del retorno de Lance no se ha hablado en la carrera de dopaje. El año pasado sus roces con Contador y su rendimiento coparon los comentarios. Y este año ha sido su bajo rendimiento final y sobre todo el fair play lo que más ha dado que hablar. Y esto es bueno.
Por cierto, el tan traído tema de si se debe esperar o no a un contrincante cuando sufre una caída o una avería, querámoslo o no, ha marcado la carrera.
El tema empezó en la etapa de Spa. Una sucesión de caídas por la lluvia hicieron que Cancellara se adueñara de la carrera y parara al pelotón. A él le convenía porque su líder, Andy Schleck, estaba entre los retrasados. El Radioshack y el Astana se mostraron de acuerdo por intereses propios. Los demás se dejaron llevar y los que estaban en contra (Sastre, Luis León Sánchez, etc.) no tuvieron agallas para tirar para delante. Ahí está una de las claves del segundo puesto de Andy, pues si la etapa hubiese seguido con normalidad hubiera perdido mucho tiempo. A mí personalmente la actitud de Cancellara no me gustó nada.
Luego vino la caída de Frank Schleck en el pavés. Allí nadie paró, porque se da por supuesto que en el pavés hay caídas y no hay por qué parar.
Después está la avería de Andy en Balés. Contador al parecer no la vio, y cuando Andy estaba medio parado Contador atacaba a su vez pensando que Andy había parado la arrancada. Mala suerte para Andy.
En fin. Yo creo que no se puede decir que hay que esperar o no. Todo es según qué circunstancias de carrera se dan en cada situación. Si Contador hubiese visto la avería de Andy creo que debería haber parado aunque fuese unos segundos. Hubiese quedado muy bien en Francia y esto es muy importante si eres un ganador de Tour.
Quiero resaltar, también, el buen papel de Samu. Ir tercero varios días y terminar cuarto es un salto de calidad para el equipo Euskaltel Euskadi. Ya sé que es una pena verte en el podio y perderlo el último día, pero lo hecho por Samu es muy destacable. Lástima el fallo garrafal que tuvo en la etapa que quedó segundo y que tenía ganada. Otro corredor que ha destacado es Purito Rodríguez. Una etapa y octavo en la general en su primer Tour es algo que sobresale. Enhorabuena.
No quiero terminar sin destacar el escenario de la última semana: los Pirineos. Yo he estado allí toda la semana y el ambiente era mejor que otro años. Cuánta gente. Esto demuestra que el ciclismo tiene tirón y que pese a todo sigue siendo uno de los deportes favoritos de la gente.
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