El lunes pasado, durante nuestro stage en el Tour con Giant Tours ("Las rutas del Tour"), pudimos fotografiar esta gran pintada en la carretera cerca del Tourmalet, hecha por la Fundación de Lance Armstrong contra el cáncer.
Como veis, no es una pintada de las normales, de las que hacen los aficionados. Es una pintada que la realizan de forma mecanizada, cortando la carretera durante un tiempo y supongo que con permiso de la autoridad.
La verdad es que es impresionante. Son unos doscientos metros de carretera pintada en un lado en inglés, con testimonios de supervivientes del cáncer, o de familiares de fallecidos, y en el otro lado de la carretera estaba en francés (más pequeña, eso sí).
Cycling is living. El ciclismo es vida. Who do you race for? ¿Para quién compites? Son las inscripciones que más me llamaron la atención.
Lo de Lance Armstrong es increíble. Toda su vida es increíble. Si hace unos años les hubiesen encargado a los mejores guionistas de Hollywood que hicieran un guión sobre la vida extraordinaria de algún deportista no hubiesen escrito una historia ni la mitad de buena que la vida real del texano. Y tenemos suerte de estar viviéndola en directo. Dentro de unos años los que estamos viviendo toda la vida deportiva de Lance podremos decir que le vimos pasar el Tourmalet en cabeza de pelotón tres años después de retirarse. Un momento emocionante para nosotros y supongo que también para él.
No sé si Armstrong ha encontrado un método mágico de doparse sin ser cazado. Lo que sí sé es que este hombre fue un portento físico desde siempre, y que con dieciséis años falsificaba su edad para competir en Triathlón con otros mayores que él para no aburrirse.
Luego fue muy buen corredor hasta el cáncer, y después rehizo su cuerpo para vencer siete veces seguidas el Tour. Un milagro televisado.
Ahora, gracias a su regreso, estamos hablando de ciclismo en el Tour, y no de escándalos. Se habla de la tensión entre él y Alberto Contador y de las tácticas que deberían seguir. Por ahora la carrera está resultado sosa, pero seguro que vamos a vivir días memorables y yo por ahora apuesto por Alberto, pues si ganara Armstrong sería un milagro mayor que los que ya ha protagonizado.
Pero con Lance nunca se sabe.
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