Las carreras de juveniles, como todas las de las categorías inferiores, son interesantes porque se ve a los chavales con ilusión y con ganas de aprender. Ya en juveniles, sobre todo los de segundo año, los chavales ya apuntan buenas maneras y se ve quiénes pueden tener futuro o no en este bello deporte que es el ciclismo. En la carrera del sábado Ibai Salas arrasó. Iba como una moto en subida y bajaba con mucha facilidad, y el circuito de Irala sólo tiene subida o bajada, no hay llanos.
Espero que estos chavales vayan por el buen camino y aprendan a que a ser ciclista se llega trabajando y desarrollando las aptitudes innatas de los que son buenos en esto.
Y los que no lo son que disfruten los años que puedan competir y que aprendan a perder, que seguro que les va a hacer falta en la vida donde, como en las carreras, lo normal es no ganar.
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